El concurso de sidra casera de Piloña sigue creciendo en Infiesto. Los mil vasos conmemorativos que la organización puso a la venta para degustar los caldos pronto se agotaron. Hubo además récord de público y de participantes: un total de 64 elaboradores locales participaron en la prueba.

Fuera de concurso se sumaron ocho productores de sidra de Carreño, concejo invitado de este año, que en el desfile inicial estuvieron acompañados por la alcaldesa Amelia Fernández y los ediles de Cultura y Medio Rural.

El alto nivel de la competición hizo que los cinco miembros del jurado especializado-encabezados por Nando Álvarez el de Mestas- tuvieran difícil escoger al mejor elaborador. Finalmente se decantaron por Pepe Ureta, vecino de Bargaéu. "Fueron los miembros de la asociación de sidra casera de Piloña quienes me animaron a participar y estoy sorprendido con la victoria porque era la primera vez que me presentaba y la competencia estaba alta", acertó a decir el electricista tras recoger los doscientos euros de premio y el diploma acreditativo. Ureta, que aprendió hace más de una década a hacer sidra con un tío de su mujer, hizo hincapié en la importancia de la limpieza durante todo el proceso para obtener unos buenos caldos.

En segundo lugar del podio quedó Enrique Díez, de Anayo mientras que el tercer puesto fue para Alejandro Castañedo, vencedor de la edición de 2017 y también residente en Bargaéu.

En la cata popular la sidra de Conchita Díaz, de Vallobal, se postuló como la más valorada. La segunda propuesta más votada fue la de Iván Diez, de Fuentes y la tercera la de Fernando Calleja de Mures.

Tras un aplaudido pregón a cargo del presentador de la televisión autonómica Alberto Rodríguez, en la plaza del Ganáu de Infiesto se escanciaron durante toda la mañana más de 1.800 botellas, o lo que es lo mismo, más de 9.000 culetes de sidra. El numeroso público asistente pudo dar cuenta además de tortillas, empanadas y arroz con leche, entre otros manjares. Uno de los momentos más emotivos fue cuando la Asociación de Sidra Casera de Piloña rindió un homenaje a José Requejo, un habitual de la fiesta que falleció este año. Su viuda, María Josefa Sánchez, fue la encargada de coger el ramo de flores visiblemente emocionada.