El edificio dañado del Instituto "Rey Pelayo" de Cangas de Onís, que obliga a decenas de alumnos a recibir clases en barracones desde el curso 2014-2015, tiene los días contados.

La Consejería de Educación adjudicó el contrato para la redacción del proyecto de derribo, que según sus cálculos se hará efectivo a lo largo del próximo años 2019. Desde el Principado no especificaron el coste de elaboración del documento, pero se da por hecho que no sobrepasa los quince mil euros al tratarse de un contrato menor.

La directiva del centro cangués confía en que el proyecto para levantar un nuevo edificio también salga a concurso a finales de año o a más tardar a principios de enero. En Cangas de Onís todos esperan cuanto antes disponer de las nuevas instalaciones educativas.

Los retrasos en la construcción de un nuevo inmueble vienen motivados por los desacuerdos entre la Consejería -en manos de los socialistas- y Ayuntamiento de Cangas de Onís -gobernado por el PP- para su ubicación. Desde el Principado se presentó un primer proyecto que contemplaba un edificio en el patio de la parte delantera del centro, la más cercana a la carretera de Contranquil.

La idea fue aceptada inicialmente por el consistorio cangués que, tras confirmar que Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) daría permiso para hacerlo en la parte trasera, más cercana al río, reclamó un nuevo borrador para esta ubicación.

Esta segunda opción también fue mayoritariamente defendida por las madres y padres de los alumnos del IES "Rey Pelayo". La AMPA del centro convocó varias reuniones y consiguió frenar la construcción en la parte delantera, que según su versión era menos estética y segura.

Con el nuevo curso académico recién estrenado, desde la AMPA confían en que el próximo mes la directiva del centro convoque una reunión informativa para conocer las novedades y plazos que se barajan.