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"Estoy desesperada", dice una hotelera junto a Covadonga tras doce días sin línea de teléfono

La empresaria denuncia la tardanza en arreglar la avería en plena temporada turística en Llerices, un problema que también sufren en La Riera

Asun Rodríguez, junto a la caja de teléfono, en Llerices. J. M. CARBAJAL

El día 5 de septiembre, casi en vísperas de la esperada visita de los Reyes de España, Felipe VI y doña Letizia, al santuario de Covadonga y a Los Lagos, cayó una tormenta y dejó sin línea telefónica a un hotel rural ("La Casona de Llerices") emplazado en el pueblo de Llerices, en término municipal de Cangas de Onís, muy cerca del real sitio de Covadonga.

"Me quede sin línea telefónica y, por supuesto, sin internet y sin datáfono, tres cosas vitales para el funcionamiento del hotel. Estoy, ya desesperada porque el daño que supone al negocio es importante. Y por si fuera poco, la incomunicación es total debido a la pésima cobertura que tenemos de móvil", denuncia Asun González Rodrigo, propietaria del establecimiento hotelero cerca de Covadonga.

En La Riera, un núcleo cercano junto a la carretera de Covadonga, también tienen el mismo problema y en los últimos días se han quejado de la falta de conexión a internet.

En el caso de Asun Rodríguez, tras infinidad de llamadas a los pertinentes números de averías de la compañía Movistar, hasta veintiséis, consiguió que el pasado 12 de septiembre -el mismo día que LA NUEVA ESPAÑA se hizo eco del problema- se acercara a Llerices un técnico para tratar de solventar la incidencia.

Sea como fuere, pese al esfuerzo y profesionalidad del operario, la cosa quedó como estaba: sin reanudarse la conexión telefónica. ¿El motivo? Al parecer, el dilema está centrado en la caja exterior, fuera del hotel, afectada por la tormenta y descarga de aparato eléctrico.

"Vino el técnico, por cierto muy competente, pero no pudo hacer nada. La caja de afuera está hecha una porquería y la tienen que cambiar. Me temo que la cosa va para largo. Tras volver a llamar a averías, el jueves pasado, seguimos en las mismas, que no saben cuándo vendrán, que presentemos reclamación. Y eso que ya presentamos unas cuantas. Fui a la tienda, en Cangas, a poner una para luego llevarla a la Oficina del Consumidor y resulta que ésta lleva cerrada todo el verano por estar de baja la persona encargada de la misma", comenta Asun Rodríguez.

Sea como fuere, a punto de entrar en la tercera semana de la incidencia, justo en una época de gran afluencia turística en la zona del área de influencia de los Picos de Europa, en pleno faustos de los Centenarios Covadonga-2018, resulta que no se vislumbra una solución en breve espacio de tiempo. "Ahora el tema es que otros operarios deben venir a ver la caja de marras y después, cuando la cambien o arreglen, tendrán que volver aquí los técnicos de averías. La avería está fuera del hotel, pues si llega a estar dentro ya estaba arreglada, previo pago de 90 euros, que eso si que le me remarcaron con varios mensaje. ¡Llegamos al Pilar y si no al tiempo! Estoy desesperada", sentenció al emprendedora canguesa.

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