La última fase de la restauración de la iglesia de Moru, en la localidad riosellana de Nocéu, está yendo mejor de lo esperado y la asociación espera poder acortar los plazos previstos y que los trabajos puedan terminar este mismo año. Así lo ha confirmado la presidenta de la asociación cultural "Iglesia de Moru", Ana Fernández, quien se muestra optimista en este sentido después de que la finalización de los trabajos de restauración estuviera en el aire durante unos días debido a que el Principado les ha denegado la subvención que habían solicitado. "Estamos firmemente convencidos de que vamos a poder con la obra, estamos trabajando con muy buen tiempo y la pared de la bóveda soporta muy bien los tratamientos", explica Fernández.

En cuanto al apartado económico, la asociación está pendiente de que en los próximos días se conozca tanto si el Arzobispado va a conceder una ayuda para poder realizar las obras de restauración como de si el Principado finalmente les concede la subvención, ya que ante la negativa decidieron recurrir. En este sentido, Fernández considera que en el Gobierno autonómico hubo "un error". "No nos dieron ningún punto en el apartado de 'Riesgo de desaparición del bien' cuando hay un informe del Principado del año 2007 que acredita ese riesgo y cuando además el año pasado nos dieron los diez puntos", explica Fernández.

En este sentido, la presidenta de la asociación cuenta que para evitar estas situaciones ellos abogan por firmar un convenio en el que estén presentes el Principado, el Arzobispado, el Ayuntamiento de Ribadesella, que siempre ha apoyado a la asociación, y el propio colectivo, para así poder contar con los apoyos suficientes y eliminar contratiempos.

Quienes sí que se han volcado en estos trabajos han sido los vecinos. Así, destaca la donación hecha por la asociación cultural "Amigos de Ribadesella" y el cuadro que Pepe Zapico regaló a la asociación para que se subaste el próximo 24 de noviembre, para el que ya se pueden comprar papeletas. Unos vecinos ansiosos por ver las nuevas pinturas, donde asoman ya un pantocrátor y los cuatro evangelistas.