Los vecinos y empresarios de Ribadesella que a comienzos de este año se vieron afectados por los cortes de la carretera RS-2 a la altura de Picu Ramonón, la vía que pasa por delante de la cueva de Tito Bustillo, han comenzado a organizarse con el fin de crear una plataforma para protestar contra el proyecto de urbanización de la avenida, al que algunos califican de "despropósito".

Los alcaldes de los pueblos afectados, vecinos de esos mismos núcleos y algunos empresarios de la zona están pendientes de reunirse ante el descontento que hay, según cuentan, sobre el proyecto. Una reunión que podría tener lugar esta misma semana y que supondría el inicio de esta plataforma de protesta contra las obras que se están llevando a cabo en el entorno de la cueva.

"Dejaron una acera muy estrecha y la carretera también lo es, lo único que está bien de tamaño es el carril bici", sostiene una de las vecinas afectadas, Estela Rosete, con vivienda en la localidad de Xuncu y que es una de las impulsoras de la plataforma. Para ellos, estos trabajos "no tienen sentido" porque consideran que la mayoría de gente que transita dicha avenida lo hace en coche para ir a la cueva y "los cientos de usuarios del polideportivo suelen ir a pie", sostiene Rosete. Además, también hay dudas sobre la utilidad del carril para bicicletas. "No tiene ni principio ni final, no tiene continuidad y no va a ninguna parte", explica Rosete.

No solo eso, sino que también están preocupados por los nuevos cortes de carretera que se han anunciado. En este sentido, el Ayuntamiento ya manifestó que la intención es cortar únicamente uno de los dos carriles para proceder al adoquinado de una parte de la vía, pero debido a los problemas que ha dado ya esta obra no se atreve a asegurar nada.

Los problemas en esta vía comenzaron cuando, por otra actuación, tuvo que estar totalmente cortada al tráfico durante más de un mes, momento en el que los empresarios de los pueblos a los que se accede a través de dicha carretera se quejaron de las pérdidas que este corte estaba ocasionando a sus negocios. Tras la reapertura, comenzaron los trabajos para transformar el entorno de la cueva de Tito Bustillo, unos trabajos que se interrumpieron durante el verano y que aún están sin finalizar y que también trajeron polémica, ya que, aunque solo se cortó la vía en momentos muy específicos, sí que hubo restricciones y los vecinos de los núcleos cercanos denunciaron problemas de seguridad y para sus vehículos. El proyecto estuvo en exposición pública, pero ahora es cuando los vecinos se percatan de sus problemas que trae consigo la actuación.