Discriminada por la Consejería de Educación y por el Consorcio de Transportes de Asturias (CTA). Así dice sentirse Marta Elena Bueno, madre de un niño de 14 años que hace una semana debía haber comenzado el tercer curso de la ESO en Colombres. Días antes recibió una comunicación según la cual el autobús escolar no pasaría a recoger a su hijo por Merodio, como hacía hasta ahora (hasta el curso pasado estudiaba en Panes). En igual circunstancia está una niña de Suarias. La parada del bus escolar se encuentra a tres kilómetros de su casa.

"Me he puesto en contacto con el CTA y me dicen que yo les aporte una solución", señala indignada. Una de las propuestas que le han trasladado ha sido que sea ella la que baje a su hijo hasta la parada, pagándole la gasolina a 0,21 céntimos el kilómetro. No se le abonarían en este caso los kilómetros del viaje de vuelta.

"El transporte es un derecho que tenemos. Pido una solución inmediata", concluye.