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"Guillermina Mier fue un ejemplo de trabajo y amabilidad para todos", dicen en Cabrales

Empresarios, autoridades y montañeros recuerdan que la "güela de Bulnes", fallecida a los cien años, "realizó una gran labor de divulgación del concejo"

Guillermina Mier, en el centro, con sus hijos Manuel y Josefina Martínez Mier, el día que cumplió cien años. E. G. C.

Luto en el concejo de Cabrales por el fallecimiento, a los cien años de edad, de Guillermina Mier Campillo, la "güela" de Bulnes y todo un referente en el arranque del turismo en el corazón de los Picos de Europa. Las muestras de cariño hacia su persona se sucedieron a lo largo de toda la jornada de ayer, siendo muchas las personas que pasaron por el tanatorio de Arenas de Cabrales para darle el último adiós y acompañar a su familia.

Nacida el 11 de febrero de 1918, aunaba en su persona importantes valores de generosidad y humanidad. En Casa Guillermina dio de comer y acogió a multitud de montañeros en la época en la que a Bulnes tan solo se podía acceder a pie. Hasta hace tan solo tres años se la podía ver en la cocina de su restaurante. Se dice que jamás salió de su casa nadie sin comer. "Había gente que llegaban sin nada, me pedían un bocadillo y les invitaba a comer lo que fuera", aseguró a LA NUEVA ESPAÑA el pasado 11 de febrero, cuando cumplió 100 años rodeada de toda su familia y amigos.

El regidor de Cabrales, Paco González (PP), recordaba ayer Guillermina como "un referente de lo que es la mujer rural en el concejo. Era una emprendedora muy querida y apreciada por los montañeros que nunca dejó de trabajar y demostró hasta el final todo su carácter", dijo. González se refirió a ella como un ejemplo a seguir a nivel empresarial y como embajadora del concejo. "Ayudó a cantidad de personas cuando no había ningún medio de transporte para acceder a Bulnes. A raíz de ella y del bar de Marcelino nacieron otros negocios y arrancó el turismo. Hizo una labor de divulgación del concejo muy importante entre todas las personas que pasaban por su casa", señaló.

José Sánchez, empresario turístico y secretario general del PSOE en el concejo de Cabrales, lamentó el deceso de la abuela de Bulnes, a quien considera un referente en todo lo relacionado con el turismo dentro el municipio. "Daba de comer lo poco que había en la época y fue una pionera que en vida vio el nacimiento del Parque Nacional de los Picos de Europa, viviendo hasta su centenario. Ella era la historia viva del Parque en todas sus vertientes, pues era hija de ganaderos, habitante de este espacio, como empresaria y como mujer. Luchó por sacar adelante a su familia en un terreno abrupto y complicado", dijo.

Recuerda Sánchez la época en la que los montañeros subían a pie a Bulnes desde Poncebos camino del refugio de Urriellu y el paso por su casa era parada obligatoria. "Fue una adelantada a su tiempo. Luego todos fuimos detrás. Supuso un ejemplo para todo el mundo como mujer, pues sacó adelante a su familia tras quedarse viuda, y tuvo una gran visión de futuro", manifestó.

El legendario alpinista César Pérez de Tudela recordaba ayer con cariño la última vez que conversó con Guillermina. Fue en el año 2015 cuando ejerció como pregonero en el certamen del queso Cabrales. "Representaba muy bien lo que eran la antiguas pastoras. Era una persona llena de amabilidad y afecto", subrayó. Destacó Pérez de Tudela lo bien que se portó con el equipo que formó parte de mítica ascensión a la cara oeste del Naranjo de Bulnes en febrero de 1973 que paralizó a todo el país a nivel mediático, e integrado por él mismo junto a Pedro Antonio Ortega, "El Ardilla"; José Ángel Lucas y Miguel Ángel Gallego, "El Murciano". Para Pérez de Tudela, la abuela de Bulnes encarnaba a la perfección los valores de otros tiempos. "Llevaba la forma de vida que durante mucho tiempo se llevó a cabo en esa zona tan montañosa. Era una persona de un tiempo pasado llena amabilidad y hospitalidad", señaló.

El alcalde de pedáneo de Bulnes, Rufino Mier, aseguró que Guillermina era una persona "muy querida en Bulnes y en todo el concejo que hizo mucho por el pueblo".

Guillermina Mier Campillo deja dos hijos, tres nietos y cinco bisnietos. El funeral por su eterno descanso será hoy a las cinco de la tarde en la iglesia parroquial de San Martín de Bulnes, y acto seguido será enterrada en el cementerio de dicha localidad.

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