Jaime Bobes, del Club Viella, aprendió casi tan rápido a andar como a pedalear. Por eso no se sorprendió de ser el primero de su categoría en cruzar la línea de meta durante el III Encuentro de escuelas de ciclismo "Memorial José Luis Junco" que ayer se celebró en Colombres. "El mejor premio es pasarlo bien", aseguró el sierense, de 8 años de edad. Como él, 170 jóvenes de veinticinco clubes asturianos, cántabros y valencianos tomaron parte en la competición, organizada de forma conjunta por la Asociación Cultural Las Nieves de El Peral, el Ayuntamiento de Ribadedeva y el Club Asturbike Gijón.

Las ganas de practicar deporte, superarse a sí misma y de paso conocer nuevos lugares y amigos fue lo que motivó a la valenciana Lucía Tomás a participar en el evento. "Me hablaron bien de la prueba, el terreno con tantas cuestas viene bien para entrenar y no hace tanto calor como en donde vivo", apuntó la ciclista. Su compañera de equipo Laia Rodríguez, también de 13 años, resaltó el "compañerismo" reinante. "Hay piquilla pero sana", confesó.

En el III Encuentro Astur-Cántabro de escuelas de ciclismo también participaron las mellizas Alba y Ariadna Valle, del Club Ciclista de Colindres, que debutaban en la prueba conscientes de que "la emoción de la carrera es muy fuerte y no tiene nada que ver con los entrenamientos". Entre las más veteranas figuraban las cántabras Carla Becerra y Laura Haro, de la Peña Sprint de Camargo, que nunca se perdieron una edición. "El ambiente de la competición mola", coincidieron.

Manuel Roiz, uno de los organizadores del encuentro, destacó que es la última prueba oficial de la temporada de escuelas y que por ello es la única en la que se dan cita menores de diferentes comunidades. "La idea es la de juntar a críos menores de 14 años de distintas procedencias que comparten su pasión por el ciclismo", dijo.

Las federaciones cántabra y asturiana de ciclismo se encargaron de coordinar la prueba, que contó con ocho categorías y se desarrolló por las principales calles de Colombres.