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Los güelitos pintan mucho en Infiesto

"Nunca es tarde para aprender", afirma la treintena de residentes en - el geriátrico piloñés, que exponen sus dibujos en la Casa de Cultura

Foto de grupo de los abuelos y los voluntarios.

Elena Escobio cambió, a sus 91 años, el angazu y la fesoria por el pincel. Lo hizo para participar en la muestra colectiva de dibujos, pinturas y trabajos manuales que los "güelitos" de la residencia de mayores de Infiesto exponen en la Casa de Cultura "Marqués de Vistalegre" hasta el viernes. El resultado, según cuenta, no pudo ser más positivo. "No había pintado en mi vida hasta que entré en la residencia en septiembre porque lo mío fue trabajar toda la vida en el campo. Pese a todo, me dicen que no se me da nada mal", resalta esta piloñesa de La Matosa. Testigo de la Guerra Civil y de "mucha miseria" en su juventud, la nonagenaria valora la oportunidad que le brindaron en el geriátrico para acercarse a las artes. "Nunca es tarde para aprender cosas nuevas", asegura la mujer.

Representaciones de motivos florales, fauna y hasta el escudo de Piloña y la Santina forman parte de la colección, abierta al público en horario de 10.00 a 13.30, y de 16.00 a 20.00 horas. Los trabajos fueron diseñados en los últimos meses por una treintena de alumnos en el taller artístico que Francisco López, voluntario de la asociación "El Prial" de Infiesto, imparte cada lunes en la residencia de Infiesto. Y, precisamente, voluntarios de El Prial, que desde abril realizan labores de acompañamiento a mayores en el concejo, se encargaron ayer de llevar a los residentes con mayores dificultades de movilidad a la Casa de Cultura de Infiesto. Entre ellos se encontraban Mertxe Gil y Loli Pando, quienes pusieron en valor el esfuerzo y las ganas de superarse de los mayores. "Son unos verdaderos artistas", aseguraron. Las dos incidieron en la importancia del voluntariado. "Animamos a todo el mundo a que se sume porque es muy gratificante y necesitamos gente para extender nuestra labor a la zona rural, donde hay mucha gente que necesita compañía y apoyo", explicaron.

El toque más internacional de la muestra de pintura de Infiesto lo puso la octogenaria Elena Peláez, nacida en Cuba aunque criada en la localidad piloñesa de San Román. "Aunque no están todos expuestos, yo tengo diecisiete cuadros hechos y me atreví hasta con la acuarela", presumía. Peláez se apuntó a los cursos de dibujo porque "fomentan la creatividad, son entretenidos y hacen que el tiempo se pase volando". Su opinión la compartía la residente riosellana Auristela Menéndez. "Tenemos que agradecer a los voluntarios la paciencia que tienen con nosotros y el tiempo que nos dedican, llevándonos incluso por ahí de paseo y haciéndonos la vida más divertida", aseveró.

Participantes en la muestra como la boalesa Amparo Magadán, de 87 años de edad, no podían ocultar su orgullo por mostrar sus obras en la Casa de Cultura de Infiesto. "En mi vida había expuesto mi trabajo al público. Estoy emocionada porque eligieron tres de mis obras. Espero que venga mucha gente a verlas estos días", dijo.

De demostrar que las artes no son sólo cosa de "güelitas" y de que los varones "también pintan mucho" se encargaron participantes como Félix Prieto, natural de La Riera de Covadonga. "Entre todas las actividades que hacemos en la residencia la que más me gusta es la de jugar al bingo y esta", señaló el el hombre, de 64 años de edad y aficionado a esbozar mariposas y flores.

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