"Dolido". Así se encuentra el párroco de Piloña, Manuel García, después de que una vecina de Espinaréu le acusara de desatender la festividad de la Virgen de las Nieves. Tanto es así que el cura no descarta acudir al Juzgado si se repiten lo que considera "calumnias y difamación" sobre su persona. La residente se quejó, entre otras cosas, de la poca flexibilidad dada para fijar la hora de la misa en el día de la fiesta, de que el sermón fue poco adecuado y de que el templo no tenía flores. El párroco asegura que estas afirmaciones son falsas y defiende su gestión en Espinaréu. Según García, si la eucaristía no se celebró antes fue porque al caer en domingo su agenda tenía más compromisos pastorales y no encontró un sustituto. Esgrime además que los problemas comenzaron a raíz de que la vecina acusara al enterrador de mala gestión de los restos del cementerio y pidiera su cese ante el Ayuntamiento y el Arzobispado.