Las obras en la avenida de Tito Bustillo, en Ribadesella, se han reanudado con dos semanas de retraso sobre el calendario previsto, ya que deberían haberse retomado el pasado 17 de septiembre después de un parón de dos meses, coincidiendo con la época de más afluencia de turistas en la zona debido a que allí se encuentra la entrada a la famosa cavidad con pinturas prehistóricas.

Así, ayer ya se podía ver a obreros trabajando en la zona. Las obras se iniciaron con el objetivo de mejorar el entorno de la cueva, creando una senda junto al río y un carril bici que discurre paralelo a él. Por el momento, tanto la senda como el carril han llegado prácticamente hasta la puerta del polideportivo municipal, pero aún queda llevarlos hasta la zona conocida como la Mediana. Además, también falta rematar algunos de los tramos ya construidos, así como levantar el hormigón en algunas zonas para colocar adoquines, ya que dicho hormigonado de la carretera se hizo de forma provisional para que vecinos y turistas no tuvieran inconvenientes a la hora de transitar por la zona en los meses de verano.

Esta obra es una de las que más polémica ha despertado en el concejo en los últimos tiempos. Y es que al retraso en los plazos de ejecución hay que sumar también que la carretera tuvo que estar cortada durante más de un mes, una circunstancia que molestó enormemente a los vecinos y empresarios de la zona, quienes denunciaron estar sufriendo pérdidas por culpa de los cortes de tráfico.

Además, recientemente se ha creado una plataforma formada por vecinos de Nocéu, Cueves, Xuncu, Sardalla, Tezangos y Ardines para protestar contra el proyecto, ya que no están de acuerdo con lo que se está haciendo en la zona. A su entender, el carril para bicicletas "no tiene sentido" porque consideran que no tiene continuidad. Además, protestan por la eliminación de algunos de los árboles de la zona, por el ancho de la carretera y por la seguridad de la senda, que, según cuentan, "está argayando hacia el río".

Sobre esto, la alcaldesa, Charo Fernández Román, reconoció en su momento que había tramos "mal rematados". Además, no se atrevió a hablar de plazos para el fin de los trabajos ni tampoco a asegurar que no habría cortes de tráfico ya que, aunque se prevé cerrar un solo carril, la decisión final dependerá de las necesidades de la obra.