La feria ganadera de Santa Teresa sigue creciendo en Infiesto. Cerca de mil ochocientas reses -trescientas más que en 2017- participaron en el evento piloñés, que por segundo año consecutivo se celebró en terrenos de la piscifactoría. Tratantes y ganaderos pusieron en valor la amplitud del recinto, que permite que las reses "luzcan más", así como la mejora en aparcamientos y accesos, en comparación con cuando se celebraba en la plaza del Ganáu de Infiesto. Al final de la mañana habían cambiado de manos el 65% de los animales, en una jornada que estuvo marcada por la gran afluencia de público y por unos precios comedidos.

Según explicó el tratante local, Juan Carlos Arenas, el goteo de ventas fue lento pero constante. "Las transacciones estuvieron algo más flojas que el año pasado porque antes había más demanda de ganado de carne en el extranjero y ahora lo que se mueve son ejemplares jóvenes para vida, de reproducción". En la misma línea se expresó el tratante cangués José Antonio García Álvarez, conocido "Toño el de Mestas". "Llevé cincuenta y al final vendí cuarenta y dos pero a cuenta gotas y a unos precios muy bajos", dijo.

La asturiana de los valles parida alcanzó un precio de entre 1.300 y 3.000 euros y la de la montaña osciló entre los 700 y los 1.500 euros. Las pardas cotizaron entre los 800 y los 2.000 euros. Además de vacas, hubo ganado equino en la feria piloñesa, donde los ataques del lobo a la cabaña ganadera de la comarca fueron el principal tema de conversación.

Paralelamente en la plaza del Ayuntamiento se desarrolló un concurso monográfico nacional de pita pinta, en el que el criador de Colunga Aladino Manjón se llevó las máximas distinciones.

Las fiestas de Santa Teresa continúan hoy en Infiesto con talleres didácticos infantiles en la plaza del Ganáu, de 11.00 a 14.00 horas. De 16.00 a 21.00 horas habrá además un planetario interactivo para que los más pequeños conozcan el Universo.