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La oruga defoliadora llega al Oriente, con casos detectados en Colunga

Se ha constatado la presencia del insecto en algunas fincas privadas, aunque el Ayuntamiento sostiene que la situación "no es preocupante"

Una oruga de "Mythimna unipuncta". LNE

La oruga defoliadora de gramíneas se extiende por el Principado y ya ha llegado a la comarca oriental, donde se han detectado casos en el concejo de Colunga. La "Mythimna unipuncta", como la denominan los científicos, se dejó ver por primera vez a principios de este mes de octubre en las parroquias gijonesas de Monteana, Poago y Veriña, desde las cuales se extendió a los municipios de Carreño y Gozón. Además, la semana pasada se constató la presencia de estas orugas en otros lugares en los concejos de Navia y de Siero, siendo las zonas más afectadas en cada uno de ellos las parroquias de Anleo y de Granda, respectivamente.

En Colunga, el primer caso se detectó en una propiedad privada de la localidad de Lue, aunque después se constató que estas orugas se movían hacia el sur, ya que se dio algún caso más, siempre en terrenos privados, en otros puntos del municipio.

"En cuanto tuvimos conocimiento del primer caso pusimos en marcha el protocolo que hay para estas situaciones. Se notificó al Principado y se explicó a los propietarios de las fincas la manera de fumigar", apunta la portavoz socialista en el Ayuntamiento de Colunga, Sandra Cuesta.

Eso sí, a pesar de que en el centro y el occidente asturianos estas orugas se cuentan por cientos, o incluso por miles, en el caso de Colunga, Cuesta llama a la "prudencia", ya que, por el momento, no considera que en el municipio colungués la situación sea tan grave. "De momento, no hay más casos que sepamos y el Principado nos dijo que ahora, con la llegada del invierno y la bajada de temperaturas, es difícil que haya más", explica Cuesta, quien apunta a que en estos momentos "no es un tema preocupante" dados los contados casos que se han registrado.

La oruga defoliadora de gramíneas no tiene, según parece, ningún peligro para el ser humano. Sin embargo, no puede decirse lo mismo con respecto a los cultivos. Y es que este insecto, de unos tres centímetros de longitud, podría atacar a cultivos forrajeros y hortícolas, si bien es cierto que, de momento, no se han registrado daños en este sentido.

En lo que a Colunga se refiere, la edil cuenta que por el momento no hay motivo para la alarma y pide que, en caso de detectarse nuevas concentraciones de este insecto, se avise inmediatamente al Ayuntamiento para poder poner así en marcha el protocolo y atajar el problema antes de que adquiera proporciones graves.

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