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Tarde de miedo en Colunga

El grupo de participación juvenil prepara el samaín, la fiesta celta de la que surgió Halloween, que incluirá yincana, juegos y una chocolatada

Los jóvenes de Colunga saben cómo divertirse y ahora quieren contagiar su espíritu a los demás habitantes del concejo, niños y mayores. Por eso, han preparado para este viernes algo muy especial: una fiesta para conmemorar la noche de los difuntos. Eso sí, estos chavales no han querido caer en las costumbres americanas y, por eso, en lugar de festejar el popular Halloween, se han decantado por el samaín, una festividad de origen celta que es el antecedente del primero.

Así, el próximo viernes, a las 19.00 horas, la plaza de abastos de Colunga se va a convertir en el escenario de la fiesta del miedo.

Eso sí, los chavales ya adelantan que es una fiesta dirigida a todas las edades, por lo que intentarán que no sea demasiado terrorífica. "Consiste en asustar, pero tampoco mucho", explica Alexia Martínez.

Por eso tienen preparado un sinfín de actividades, como una gymkana en la que caerá algún que otro susto basada en una historia que los propios jóvenes se han inventado, varios juegos, cuentos que buscan poner los pelos de punta y, como no puede faltar en ninguna fiesta, algo de música. Además, para reponerse de tanta actividad, la asociación de amas de casa del concejo va a obsequiar a todos los asistentes con una chocolatada.

Para que la fiesta sea un éxito los chavales se han volcado en su preparación y han aportado muchas ideas. "Habíamos pensado en poner cajas en el techo de las que caiga algo", explica Alma Rodríguez. Y es que toda la decoración ha corrido a cargo de los organizadores, que han tenido que dejar volar su imaginación más que nunca para convertir el mercado de abastos en una auténtica casa del terror. "No pueden comprar nada, todo lo que utilicen tiene que ser reciclado o donado", explica el coordinador del grupo, Sergio Palacio. Lo último que han hecho estos chicos son unos fantasmas a partir de sábanas viejas que les han regalado y que ellos han pintado, decorado e ideado cómo colgar del techo para que ambienten el lugar.

Para organizar esta fiesta, los chicos han utilizado como centro de operaciones la Nave del Artesano, un espacio que el año pasado los propios chavales acondicionaron para que albergara allí el Espacio Joven del concejo. Y es que el Ayuntamiento les cedió este lugar para atender a la demanda de tener un lugar donde reunirse y poder realizar actividades, un sitio al que acude puntualmente todos los viernes cada vez más gente.

"Antes no teníamos un lugar para divertirnos", cuenta Claudia Martínez, una de las jóvenes que se afana en terminar su fantasma. Y es que, desde el año pasado, la participación en este grupo ha ido creciendo gracias, en parte, a que muchos han conocido lo que hacen gracias a su canal de Youtube.

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