Los riosellanos ya tienen un nuevo espacio donde crear y sentir la música. Ayer quedó inaugurada oficialmente la nueva Escuela Municipal de Música, un espacio con un buen número de aulas y abundantemente equipado para que todos, grandes y pequeños, aprendan y estén rodeados del sonido del piano, la gaita o la guitarra.

Y es que, la música se lleva enseñando en Ribadesella desde hace 29 años, pero nunca hasta ahora los 85 alumnos que acuden a aprender el arte de los diversos instrumentos habían contado con unas instalaciones tan preparadas. "Estaban de prestado en el colegio público, así que decidimos que era el momento de hacerlo", explica la concejala de Cultura, María José Bode, sobre la iniciativa.

Así, en las nuevas instalaciones los chavales cuentan con varios espacios totalmente acondicionados para dar diferentes clases, desde las más teóricas como lenguaje musical hasta otras más prácticas, como el piano. De hecho, en esta disciplina Ribadesella tiene cantera de sobra. Y es que, ayer eran varios los jóvenes alumnos que aprendían a manejarse por las teclas en una de sus primeras sesiones. Ese era el caso de Julio Santa Marina, una joven alumna de seis años que confesaba lo mucho que le gustaba el instrumento en las tres clases que llevaba hasta ahora.

Además, la escuela riosellana ya cuenta con importantes talentos entre sus filas. De hecho, ayer se encontraban dando clases de gaita las jóvenes de once años Marina Patón y Celia Valle. Dos alumnas aventajadas, ya que ambas han participado este año en el certamen "Premiu Gaiteru Lliberdón" que se celebra en Colunga, cosechando ambas buenos resultados. No solo eso, sino que además Patón se está preparando para participar en otras competiciones en las que se va a medir directamente con gaiteros adultos y que cuentan con más años de experiencia.

Y, como no podía ser de otra manera, el aula en la que se imparten las lecciones de gaita tiene un acabado especial, para favorecer tanto el aprendizaje de quienes tocan este instrumento como el resto.

Para ello, las paredes de esa clase en concreto están recubiertas de un material especial que amortigua "hasta el 30 por ciento del sonido de la gaita, que es bastante", según opina el profesor de esta modalidad, Roberto Suárez. Además, cuenta también con una pequeña sala de ensayo.

Hoy y el viernes está previsto que la escuela tenga unas jornadas de puertas abiertas para que niños y adultos puedan acudir a las instalaciones para conocerlas e informarse de los cursos que se ofertan en las todas las modalidades: piano, gaita, guitarra moderna, percusión, música en movimiento y lenguaje musical.