Mucha gente y pocos tratos. Así se cerró ayer la feria de Todos los Santos en la localidad amievense de Santillán, en la que se dieron cita algo más de medio centenar de animales. Pese a que el recinto estaba abierto a toda clase de ganado, sólo acudieron a la cita reses, en su mayoría terneros de la raza asturiana de los valles o de la montaña, aunque también hubo rarezas, como un ejemplar de ternero azul belga.

Los asistentes achacaron la escasez de ventas al hecho de que la campaña de saneamiento aún no se haya efectuado en el concejo -comenzará en unos días- y los compradores preferían reses con carta verde más actualizada. Otro de los factores que, a su juicio, explica la baja demanda es la problemática de los ataques del lobo, que azota especialmente a la zona desde hace varios meses. Los lugareños apuntan a que la pasada madrugada fueron localizados dos cánidos en la zona de Sañín y temen que las bajas vayan a más. Por ese motivo ya protagonizaron un encierro en el Ayuntamiento de Amieva hace casi un año y no descartan llevar a cabo nuevas movilizaciones para hacer visible su malestar y urgir a la administración regional a que haga controles efectivos de población de la fauna salvaje.

Una representación de profesionales del sector anunció su presencia hoy en la Junta General del Principado, donde Foro Asturias presentará una propuesta del colectivo "Asturias Ganadera" para modificar la Ley de Caza. Los ganaderos buscan con esta iniciativa, entre otras cosas, que el número de batidas se amplíe o reduzca en función de los daños que el lobo cause en cada zona concreta. Sus peticiones se centran también en un nuevo protocolo de pago de daños "justo y rápido" que incluya variantes hasta ahora no reconocidas como el coste del transporte de los animales heridos para las curas o el forraje en caso de que cuando fueran atacados estuvieran disfrutando de los pastos comunales.