Llegan los temporales del invierno a la costa oriental y con ellos una estampa que se repite cada año: la del paseo de la playa de Santa Marina, en Ribadesella, que amaneció ayer cubierto de piedras y arena tras una noche de oleaje, en la foto. Además, a las fuertes olas ha contribuido el hecho de que la marea fuera alta durante la noche. Eso sí, de momento no ha habido que lamentar desperfectos en la barandilla que adorna todo el paseo del arenal, bastante castigada cuando llegan temporales de este tipo. Ayer mismo estaba previsto que los servicios de limpieza municipales se hicieran cargo del paseo y se espera que la bajada de la marea evite que se repita la situación, informa C. M.