"Es sabrosa, dulce y sana". Hortensia González acudió este fin de semana al XXVIII Certamen de la Castaña y Productos de la Huerta de Arriondas con la friolera de 70 variedades distintas de este fruto otoñal. Un gran surtido que le hizo alzarse con el premio a las mejores castañas, uno de los más codiciados del certamen. Sin embargo, como ella misma cuenta, ninguna es tan valorada como la valduna, la reina indiscutible de este año.

"La valduna es mejor disfrutarla sola, tal cual, porque es muy buena", opina González, quien la comercializaba ayer a 10 euros el kilo, cara, por lo escaso de la cosecha. Junto a ella, ayudándola con la venta, su hija, María del Rosario Peón, y sus nietas, Denise, Mara y Miriam Martínez, demostrando que la mejor castaña de Arriondas este año tiene continuidad. El secreto de su éxito, aparte de la unidad familiar y el cariño que pone en lo que hace, reside también en "el cuidado del árbol" y confiesa que le gustaría que se plantaran más castaños en la región.

Y, desde luego, la valduna buena debe de ser porque al finalizar la mañana González había vendido ya los más de 30 kilos de esta variedad con los que había acudido al certamen. Lo mismo que le ocurrió a Luisa Alonso, quien se sorprendía porque el público se la llevara a pesar del alto precio, aunque lo justificaba por su "buena calidad".

Eso sí, a pesar de que sin duda la valduna fue la más codiciada entre los visitantes ayer en Arriondas, entre los 1.500 kilos de castañas que se pusieron a la venta, también hubo algunas que, si bien son más desconocidas entre el gran público, no por ello presentan menos calidad. Así, entre los productores hay otras recomendaciones. Ese es el caso de la parruca, un tipo de castaña comercializado por pocos pero que, según los entendidos, "también sabe muy bien". En el caso de María Antonia Caladura, ella recomienda como sustituta a la valduna la grúa roxa, una variedad algo más económica pero también de gran calidad.

Y es que, otras variedades tenían su tirón por el abultado precio de la valduna, si bien aún así no consiguieron desbancarla. "Es verdad que está cara, pero yo es la que compro siempre y hoy también es la que me voy a llevar", cuenta Laura Amieva, una de los muchos visitantes que se llevaron a casa este rico fruto.

Y la culpa de que uno de los productos estrellas de Asturias esté viendo mermada su cosecha la tienen las "enfermedades y la avispa asiática". Así lo hizo saber el pregonero, el director de la Asociación para el Desarrollo Sostenible y la Promoción del Empleo, Juan Antonio Sánchez, quien considera que "es necesaria la colaboración de todos los agentes sociales para preservar un producto tan arraigado". Sánchez dijo que en el Principado hace falta "un plan de conservación y puesta en valor del producto" para poder explotar todas su posibilidades. "Cada año en Europa se producen menos kilos de castañas, lo que hace que la autóctona de Asturias sea más valorada", sostiene el pregonero, quien cree que aún queda camino por recorrer.