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Orgullo de abuelo en Lastres

Simón Gallego, superviviente de la galerna de 1944, fue homenajeado por su nieto, que donó a la residencia llastrina un cuadro dedicado a él

Ana Vidal, Ángel Moro, Ayoub Jadual y Mihail Corrolea. C. M.

"Toda la vida estuve en la mar haciendo de todo". Simón Gallego es, a sus 97 años, el residente de más edad de la residencia de Lastres. Y desde ayer también uno de los más populares y orgullosos. Porque su nieto, el artista Guillermo Simón, decidió homenajearles a él y a sus años en la mar con la donación de su obra "La esencia de su vida", un cuadro que muestra las aguas enfurecidas.

Y es que ese es el medio en el que Gallego se ha movido toda su vida. Desde muy joven se embarcó como prescador para poder mantener a su familia, aquella que formó con su mujer, Maruja Llera, con la que tuvo cuatro hijos, en una vida que le ha dado muchas alegrías y grandes compañeros, pero también algunos disgustos. Disgustos que se traducen en los cuatro naufragios que le tocó vivir, siendo el más grave la galerna de 1944, la marejada que azotó Lastres, hundió la embarcción "Glorioso San Antonio" y segó la vida de muchos de los marineros que en ella se encontraban. "Vi morir a varios amigos y a mi hermano", recuerda Gallego.

Por eso, a modo de reconocimiento a su vida, su nieto ha querido ahora tener un detalle con la residencia de Lastres, donde reside Gallego, un gesto con el que, además de homenajear a su abuelo, quiere alegrar al resto de habitantes del lugar. "El arte debe estar presente, hace los centros más acogedores", cuenta Simón, el artista.

Y, después de tantas emociones, todos los residentes, los trabajadores del centro y los niños y padres del colegio de Lastres se reunieron para celebrar su tradicional amagüestu, con las castañas y la sidra dulce como necesarios protagonistas, a los que se sumó, como postre, un rico chocolate.

Una fiesta que alegró a todos.

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