Empapelados y con carteles en los que podía leerse "Se traspasa", "se alquila" o "se vende". Así aparecieron ayer los escaparates de muchos establecimientos de Arriondas. El cierre no era real, pero sirvió para poner en sobre aviso a los vecinos sobre qué ocurriría si el pequeño comercio desapareciese.

La iniciativa partió de la Asociación de Profesionales del Comercio de Arriondas y de la Asociación de Hostelería y Turismo de Parres (Hotupa), que quisieron representar así sus dificultades para competir con las grandes superficies y las ventas por internet, que crecen especialmente entre la población más joven.

La actuación, que concluyó con la lectura de un manifiesto en la plaza Venancio Pando de Arriondas, se enmarca dentro de una campaña de concienciación y fidelización de clientes a la que los empresarios locales planean dar continuidad.

La presidenta de la Asociación de Profesionales del Comercio de Arriondas, Fidelia Fernández, fue la encargada de leer el documento reivindicativo ante el centenar de personas que se concentraron frente al Ayuntamiento de Parres para mostrar su apoyo. Fernández comenzó su discurso dando las gracias a socios y personas de otros colectivos "que valoran y participan del comercio de proximidad". La portavoz proporcionó datos como que las microempresas suponen el 95% del tejido empresarial a nivel nacional. Fernández subrayó la cercanía, el trato personalizado y la profesionalidad de los pequeños comercios, muchos de los cuales se ven abocados al cierre al no poder competir con grandes cadenas de venta online que, en muchas ocasiones, tienen su sede en otros países. En su discurso destacó que uno de cada cinco autónomos tiene, al menos, un empleado a su cargo, siendo por ello una de las fuentes más importantes en la creación y mantenimiento de empleo. "Sin comercio no hay futuro. Sin hostelería no hay vida. Y sin futuro y sin vida no hay pueblo", aseguró la presidenta de los comerciantes parragueses.

Tras el simulacro de cierre, los pequeños empresarios de Arriondas iniciarán ahora una campaña de fidelización de clientes en la villa, con cartillas de compra que convenientemente selladas darán acceso a un sorteo mensual de cien euros a gastar en los establecimientos asociados. Según Fernández, las ventas en verano "fueron a nivel general muy flojas" y con esta llamada de atención en vísperas del Black Friday se pretende dar un nuevo impulso a los empresarios locales.

En los últimos meses han echado el cierre en Arriondas al menos una tienda de calzado y otra de muebles. Los hosteleros y comerciantes de la zona se unen ahora para poner freno a esta situación y de paso para hacer visible su colaboración en la dinamización del concejo, organizando o colaborando en fiestas y otros eventos locales.