Las cabañas ganaderas del municipio de Amieva siguen sumando bajas como consecuencia de los ataques del lobo. La última víctima ha sido una ternera mestiza, de un año de edad, propiedad de Enrique González. No es la primera vez que este vecino de Vis, de 56 años de edad, pierde algún animal. Asegura que el cánido se cobró la vida de tres terneros en el puerto, en la zona de Toneyu, hace un año. En esta ocasión la baja tuvo lugar el jueves en la zona de Valdelateya, fuera del parque nacional de los Picos de Europa.

El ganadero urge a la guardería a "llevar a cabo controles efectivos" de la fauna salvaje. "Están acabando con la ganadería", se queja. González no es el único profesional del sector afectado. Pastores como José Luis Alonso, elaborador más joven de queso gamonéu, se quedó esta semana sin cuatro ovejas y otras dos resultaron heridas graves como consecuencia de los ataques del lobo. Los ganaderos se manifestaron el domingo en Arriondas para hacer visible su malestar.