La alcaldesa de Ribadesella, Charo Fernández Román, asegura que en sus planes no entra realizar una consulta sobre el futuro de la plaza de abastos, como reclaman la plataforma "S.O.S. Plaza Abastos" y la oposición municipal. La regidora, cuyo equipo de gobierno presentó un proyecto para la zona que incluía la demolición del edificio, apunta que, de hacerse, la consulta correspondería "al próximo alcalde", teniendo en cuenta que las elecciones son el próximo mes de mayo.
Fernández Román muestra además su disgusto por que en la presentación de dicha plataforma se hablara del contenido de una carta dirigida a la regidora y firmada por una persona del Colegio de Arquitectos, cuando ella no había tenido aún ocasión de leerla. "La carta llegó el viernes a las tres menos diez con la intención de que no me diera tiempo a leerla. Si se quieren poner en contacto conmigo pueden llamarme", sostiene la alcaldesa.
Los vecinos riosellanos, como sus políticos, no se ponen de acuerdo sobre cuál es el mejor futuro para la plaza. A pesar de que el debate sobre su conservación o demolición está vivo desde hace tiempo, en los últimos meses las opiniones hacia uno u otro lado se han hecho oír con más fuerza.
El equipo de gobierno presentó un ambicioso proyecto para reordenar toda la zona en la que se encuentra el edificio en el que se contempla la desaparición del mercado de abastos para crear en ese espacio una plaza, unas gradas hacia el Sella y aparcamientos subterráneos. Además, también se hizo público un informe que cifraba en 700.000 euros la inversión que habría que realizar para restaurar el edificio. En el lado contrario, la oposición se ha mostrado favorable a realizar una consulta popular y además ha surgido un movimiento favorable a la conservación que ha desembocado en la creación de la plataforma "S.O.S. Plaza Abastos".
Entre quienes están a favor de conservar la plaza se encuentra Tatus Ochoa, para quien el edificio es "singular y precioso". "No entiendo cómo en un sitio con tanto turismo como Ribadesella no se haga algo en ella que dé vida y dinero, sobre todo en invierno", sostiene Ochoa. En la misma línea se expresa Mari Luz Martínez. "No me molesta para nada, de hecho prefiero que no la tiren y que le den un uso, por ejemplo, para la gente joven, para que prospere", aporta.
Para Nuria Iglesias, se debería conservar la plaza de abastos por su importancia histórica. "Ya es parte del patrimonio, de la historia y del paisaje", apunta Iglesias, quien tampoco cree que se deban hacer más aparcamientos en la zona cuando "se están quitando otros en unas obras que no tienen sentido", en alusión a los trabajos de la avenida de Tito Bustillo.
Pilar Lastra, por su parte, cree que no puede conservarse en el estado actual: "Que se conserve si es para utilizarla".
Pero la plaza también tiene detractores que creen que el espacio en el que se enmarca, en pleno corazón de la villa, podría destinarse a otros usos. Ese es el caso de María José Mateo. "Yo la tiraría, es un armatoste y allí se puede hacer un aparcamiento o lo que sea", dice. Se muestra de acuerdo con ella José Navacerrado, quien ve que el espacio podría aportar mucho a la vida de los riosellanos: "Que la tiren, quedaría una explanada fenomenal y en qué sitio, al lado del puente".
