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Las previsiones para los días festivos antes de la Navidad

Un puente a medio gas cierra un buen 2018 para el sector turístico comarcal

Los alojamientos prevén una ocupación media que rondará el 50%, mientras los hosteleros vaticinan unos días festivos "de intenso trabajo"

Visitantes haciéndose ayer un selfie delante del "puente romano" de Cangas de Onís. CRISTINA CORTE

Un puente de diciembre a medio gas que cierra un año positivo en líneas generales para el sector turístico de la comarca del Oriente, según explican los profesionales. Esa es la previsión para unas jornadas festivas arrancan hoy con la llegada de los primeros visitantes que, se espera, den color y animen las calles durante la preNavidad.

Pese a que las fechas navideñas están a la vuelta de la esquina, desde la Asociación Fomento del Turismo de Llanes y Ribadedeva (Fomtur) esperan "un buen puente" sin llegar, eso sí, a los números de, por ejemplo, el de el Pilar. "La Navidad está cerca y puede influir", asegura la vicepresidenta de Fomtur, Ana Obeso. El puente de diciembre cierra un año, bajo su punto de vista, "más flojo que 2017". El mal tiempo del mes de julio es uno de los argumentos que desde el colectivo de alojamientos dan para respaldar ese dato.

El presidente de la Asociación Llanisca de Restaurantes (Allares), Javier Garaña, augura días de intenso trabajo para acabar el año. "La segunda residencia nos diferencia de otros destinos, y en esta época se nota especialmente pues la gente que tiene casa viene y supone una gran clientela para los restaurantes", dijo. Cree que "se trabajará bien" y será el colofón perfecto a un año "muy bueno" para el sector de la restauración, donde sostiene se ha avanzado mucho para lograr la desestacionalización "gracias al impulso de diferentes actividades".

En Cabrales se afronta el puente con un gran número de establecimientos hoteleros cerrados, aunque se espera la llegada de visitantes de paso que se alojen en concejos limítrofes y en los hoteles del municipio que están abiertos. El año, para la edil de turismo cabraliega, Elena Martínez, fue positivo, con unos números, eso sí, "un poco inferiores a los de 2017".

El presidente de la Asociación Piloñesa de Turismo (Aspitur), Gustavo Sánchez, indica que las previsiones para el puente "no son excesivamente buenas", con mucha casa vacía y pocas peticiones de última hora. Sánchez achaca el bajón al inicio de la temporada de esquí. "Si se llega al 50% ya sería una buena cifra", reflexiona. En cuanto al balance general del año, señala que es superior a la de 2017 gracias a que la temporada de verano ha sido más extensa, con recuperación de visitantes en julio y septiembre, aunque en general la campaña ha estado marcada por una fuerte estacionalidad: ocupación centrada en la temporada alta y más bien anecdótica durante el resto del año.

Para el máximo responsable de la Asociación de Empresarios de los Picos de Europa (Incatur), Toño Sánchez, la ocupación en Cangas de Onís rondará entre el 60 y el 70% durante el puente de la Constitución. "La cosa va lenta, pero como hay buenas previsiones meteorológicas igual se animan las reservas de última hora", aventura. Sánchez hace un buen balance del año que termina, superior en número de visitantes al 2017 gracias al empuje publicitario que acarrearon efemérides como el centenario del parque nacional de los Picos de Europa y la primera visita oficial de la Princesa de Asturias. "Los centenarios alargaron el verano", cuenta el presidente de Incatur, que espera un último empujón de visitantes para las vacaciones de año nuevo al coincidir los festivos de Navidad y Nochevieja de lunes.

En Ribadesella el último puente del año se aventura regular. El presidente de la asociación de turismo rural de Ribadesella (Aritur), Sabino Martínez, espera que los establecimientos riosellanos estén "a la mitad de ocupación". Un dato que no sorprende al representante de los hoteleros, ya que tradicionalmente "el puente de diciembre no suele ser bueno, el mejor es el de octubre".

Para Martínez, esta circunstancia responde al hecho de que los días de fiesta se enmarcan justo antes de la Navidad, época de gasto por definición, y al final del año, cuando mucha gente ya ha agotado sus vacaciones. "No se puede salir a todos los puentes, para todo no alcanza", sostiene Martínez. Cree, eso sí, que para el turismo 2018 no ha sido un mal año, si bien es cierto que los datos se podrían mejorar en próximos años. "El año se solucionó al final porque la primavera vino muy mala y el tiempo nos fastidió mayo y junio, pero septiembre y octubre fueron muy buenos", resume Martínez.

Fabes en Colunga

Las mismas sensaciones tienen en Colunga. Allí, el secretario de la asociación colunguesa de turismo (Acotur), José Luis Cueli, cuenta que se prevé un puente "un poco parado". Aunque los hoteles ni siquiera se vayan a acercar al lleno en la ocupación, se espera que sean unos días de mucho trabajo para los hosteleros de Colunga, ya que los días de fiesta coinciden con la Semana de les Fabes en la capital del concejo. En cuanto al balance anual, Cueli es optimista. "El año al final fue bueno, igual hubo algo menos de ocupación que el año pasado pero estamos en unos números aceptables", sostiene el empresario.

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