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Infiesto lucha por la ortografía

Una brigada de estudiantes sale a la calle para alertar de las "patadas" al diccionario de negocios y Administración

Erradicar las faltas y errores ortográficos del entorno. Eso es lo que se han propuesto los treinta y siete alumnos que cursan 2.º de la ESO en el Instituto de Infiesto.

Capitaneados por su profesora de Lengua Castellana y Literatura, Tamara Prieto, los jóvenes han creado una brigada ortográfica con el fin de visibilizar las "patadas" que dan al diccionario algunos negocios, organizaciones e incluso el Ayuntamiento de Piloña en sus cartelería oficial.

De momento, los estudiantes piloñeses ya han protagonizado una primera salida por las calles de Infiesto, en la que detectaron más de un centenar de ejemplos de "terrorismo gramatical", la mayoría relacionado con la falta de tildes en palabras como peluquería o en el nombre de calles. Su profesora se encargó de dejar constancia de las mismas haciendo fotos con la cámara del móvil.

"El proyecto permite aprender las reglas de ortografía de forma práctica , estudiando casos reales de los usos que hacen los vecinos, viendo en qué fallan y aportándoles una solución", explicó Prieto.

No es la primera vez que un centro educativo asturiano pone en marcha este tipo de iniciativa -funcionó con éxito en el IES Bernaldo de Quirós de Mieres en 2015-, pero el instituto piloñés aporta como novedad el uso de las redes sociales. Así, todos los errores detectados durante su primera salida para patrullar las calles de Infiesto pueden verse ya corregidos en el Instagram "Brigada ortográfica de Piloña", gestionado por los propios alumnos y que tras apenas dos semanas funcionando roza los doscientos seguidores.

El éxito ha sido tal que los "ortogramers" -así se hacen llamar los alumnos que forman parte de la brigada piloñesa- ya han recibido propuestas de otros institutos para contar su experiencia. "Nos invitaron del Jerónimo González de Sama y vamos a visitarlos próximamente. También haremos llegar nuestra propuesta de trabajo a otros centros de Asturias para que formen su propia brigada y así podamos ir combatiendo poco a poco los usos incorrectos de nuestra lengua", explicaron los alumnos.

Los jóvenes también enviaron una carta al alcalde de Piloña, el socialista Iván Allende, para recomendarle un uso más ajustado a la norma en las señales y carteles informativos municipales, que en muchos casos carecen de tildes. El regidor les contestó comprometiéndose a una reunión personal para tratar más a fondo el tema. "El alcalde nos sigue en Instagram y muchos profesores y alumnos de institutos como el de Nava, Arriondas o Cangas de Onís, también participan aportando fotos de faltas que encuentran", resaltan los "ortogramers" de Piloña.

Para la profesora, el éxito del proyecto radica en que "va más allá de lo académico y los chavales están siempre atentos cuando salen los fines de semana para detectar faltas en las cartas de los bares o incluso en las servilletas". "Al día nos llegan como diez avisos de errores ortográficos que detectan por toda la región", cuenta Prieto.

Para la docente se trata de un buen método de aprendizaje porque permite a los jóvenes no sólo mejorar la ortografía pero también potenciar el trabajo en equipo y su relación con las nuevas tecnologías.

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