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El piloñés que investiga para ir por Asturias en coche con los ojos cerrados

El ingeniero Javier Martínez, recién premiado, asegura que "en poco más de diez años podría estar generalizado el uso de vehículos autónomos"

Javier Martínez Cardín muestra en su casa de Infiesto el proyecto ganador del premio "Cátedra Milla del Conocimiento". CRISTINA CORTE

El piloñés Javier Martínez Cardín no sabe, a sus 26 años, lo que es estar en paro. Desde antes de finalizar en junio su máster en Ingeniería Mecatrónica de la Universidad de Oviedo, vinculado a la Escuela Politécnica de Gijón, las empresas ya se lo rifaban. El joven obtuvo la máxima puntuación en el trabajo final del curso (TFM) y por eso los docentes le animaron a presentarse a los premios "Cátedra Milla del Conocimiento: Gijón Smart Cities" que financia el Ayuntamiento de Gijón con el fin de impulsar proyectos que contribuyan a reorientar la actividad económica y empresarial del entorno de forma sostenible. El resultado: acaba de vencer en la categoría "Sistemas de movilidad urbana eficientes que fomenten los sistemas de transporte sostenibles y la gestión del tráfico de forma inteligente", dotada con 350 euros.

El trabajo premiado, al que desde primeros de año dio forma en el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG), contribuye a sentar las bases de los futuros vehículos autónomos. En concreto, el proyecto de Martínez se centró en desarrollar sistemas de dirección y cómputos para que los automóviles puedan cambiar de carril y hacer giros de forma autónoma, sin necesidad de conductor.

El piloñés está convencido de que esta tecnología "abre un mundo de posibilidades y supondrá una revolución total porque permitirá la desaparición del volante o el acelerador y permitirá a los pasajeros dedicarse a otras tareas como ver la televisión durante el trayecto". Entre los principales beneficiarios de este sistema se encontrarían, por ejemplo, personas mayores o con movilidad reducida. El modelo sería aplicable también al transporte público.

Martínez refiere que los vehículos que actualmente hay en el mercado ya se autoaparcan e incluso son capaces de rodar solos por la autopista pero aún precisan de alguien que no pierda la vista del volante. Asegura que gracias a investigaciones como la suya, en un futuro no muy lejano una persona será capaz de llevar el coche de Asturias a Madrid con los ojos cerrados. "En poco más de diez años podría estar generalizado el uso de vehículos autónomos que recibirán información en tiempo real de lo que les rodea y sean capaces de modificar su trayectoria en función de las circunstancias", adelanta.

El piloñés, seleccionado por la Universidad de Oviedo para participar en la competición internacional "Fórmula Student" -que tenía como objetivo construir un vehículo de características semejantes a los compiten en la Fórmula 1- reclama mayores inversiones en I+D en la región. "En Asturias hay una cantera muy buena de ingenieros que acaban marchándose porque aquí sienten que no son capaces de prosperar. Es una pena perder tanto potencial", dijo. Martínez, que en la actualidad trabaja fabricando piezas de sincronizadores para cajas de cambios en una multinacional afincada en Mieres, no descarta buscar nuevos retos fuera en el futuro. De momento, sigue saboreando la victoria del concurso "que supone un orgullo y da mucho prestigio", concluye.

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