Medio centenar de vecinos de San Xuan de Beleño, Taranes y Cainava rindieron el sábado un homenaje sorpresa a Nieves Uzal y Jorge González, gestores de La Casona de Mestas (Ponga), con motivo de su jubilación. Los hosteleros, que llevan treinta años al frente del negocio, recibieron como obsequio sendas placas conmemorativas. "Se trataba de agradecerles todos los años de trabajo y su esfuerzo incansable por dinamizar el concejo", indicaron los organizadores, entre los que se encontraba la impulsora, María José Estrada.

Nieves Uzal nació en Cangas del Narcea y, tras trabajar en negocios de Oviedo, ejerció como encargada y responsable de cocina en la Casona de Mestas en 1989. Más tarde, en 1995, pasó a regentar personalmente el negocio junto al cabranés Jorge González. Este último también se inició muy joven en la hostelería, desarrollando su labor en lugares como Covadonga. Desde entonces el camino no fue fácil ya que, pese a su belleza natural, el concejo de Ponga no recibe tantos visitantes como, por ejemplo, la vertiente asturiana de los Picos de Europa. Con tiempo, dedicación y su buen hacer entre fogones fueron sumando cada vez más clientes fijos, entre quienes se encuentran algunos de los que el sábado les rindieron un homenaje.

La Casona de Mestas, complejo integrado por un restaurante, catorce habitaciones dobles de hotel y una zona de aguas termales, cerrará sus puertas el próximo 31 de diciembre. Las instalaciones son propiedad del Principado, que previsiblemente volverá a sacarlas a concurso en el menor espacio de tiempo posible.

El turismo de Ponga se encuentra en un momento de oportunidad gracias a su reciente reconocimiento como Reserva de la Biosfera por parte de la Unesco. Los vecinos del concejo, que en un primer momento mostraron recelo ante el temor de que la distinción trajera aparejadas restricciones a sus actividades económicas, ven ahora la Reserva de la Biosfera como una oportunidad de desarrollo y promoción para el concejo bajo una marca internacional de calidad.