El lobo no ha podido ganar la batalla. Finalmente, tras una jornada de muchas dudas e incertidumbre, el matrimonio formado por Loli Bermúdez y Víctor Molina podrá acudir con sus animales el día 5 de enero a Gijón para participar, un año más, en su cabalgata de los Reyes Magos. Lo harán con dos carros del país y acompañados por un séquito de dos burros, dos vacas, nueve cabras, tres cabritos, dos ponis y, contra todo pronóstico, nueve ovejas, según ha confirmado el propio Ayuntamiento gijonés.

Así, estos piloñeses podrán mantenerse fieles a una tradición que ya dura veintidós años. Una muy buena noticia para todos aquellos que pensaran acudir a la cabalgata gijonesa, pues sus animales son ya una parte fundamental del espectáculo, que llaman la atención sobre todo entre los más pequeños. Esta buena nueva llega después de que ambos ganaderos dejaran en el aire su participación este año en la noche de Reyes por culpa del ataque del lobo al rebaño propiedad de sus hijos. Un ataque en el que el cánido salvaje terminó con la vida de seis ovejas y dejó gravemente heridas a otras dos.

El propio Ayuntamiento de Gijón ha querido interesarse por la situación, por lo que la directora de Festejos de la institución y del Teatro Jovellanos, Teresa Sánchez, se ha puesto en contacto con Molina y su hijo para "interesarse por lo sucedido y trasladarle todo el apoyo y la ayuda posible" para que, finalmente, todos puedan disfrutar de su compañía durante la cabalgata de este año.

Esta no era la primera vez que el lobo se ceba con sus animales. Según relataron a LA NUEVA ESPAÑA, hace algo más de cinco años ya habían perdido otras siete ovejas y se vieron en la obligación de tener que sacrificar a dos más por las graves heridas que presentaban, lo que hacía que padecieran un gran sufrimiento.

En esta ocasión, nadie se explica cómo el lobo pudo acceder al rebaño, pues se encontraba en un recinto cercado con un pastor eléctrico. Sea como sea, esta vez la historia va a tener el final más feliz que se podía esperar dadas las circunstancias. Un final de cuento de Navidad.