"Es una forma muy bonita de ayudar a la gente". Aún faltan unos días para que los Reyes Magos vivan su noche más ajetreada del año, repartiendo sus regalos a todos los niños del mundo. Sin embargo, ayer las calles de Cangas de Onís se llenaron con 600 ayudantes de Sus Majestades que, juguete en mano, recorrieron a pie la distancia que separa la capital del concejo hasta Covadonga para donarlos a la asociación gijonesa "Ningún niño sin cenar", que se encargará de distribuir todos los obsequios entre los pequeños menos favorecidos.

La IV Ruta Solidaria del Rey Mago, organizada por la asociación del mismo nombre, no para de crecer y este año ha batido récord de participación, algo de lo que se sienten muy orgullosos sus promotores. "Viene gente de todos los rincones de Asturias, la intención es que todo el mundo se sienta como un Rey Mago por un día", comenta Felipe Díaz. Para ellos, esta iniciativa es muy importante porque saben de la labor que están llevando a cabo. Por eso, su objetivo es que, en el futuro, la asociación promueva nuevas actividades encaminadas a labores sociales. Por el momento, ya ayudan a tres organizaciones distintas. Y es que, además de los regalos, cada participante ha pagado una inscripción de 12 euros, dinero que va a ir a parar a las asociaciones "Galbán", que ayuda a niños con cáncer y a sus familias en Asturias, y "Nupa", que asiste a jóvenes con transplante multivisceral.

Y entre tanto, los Reyes Magos temporales, muchos de ellos ataviados con motivos navideños, como no podía ser de otra forma, encantados. Tanto, que la mayoría estaba repitiendo la experiencia. Ese era el caso del matrimonio formado por Florentino Fernández y Sandra Bravo, quienes, junto a sus hijos Javier y Rodrigo, realizaron la ruta por segundo año consecutivo. "Es una forma muy buena de colaborar y también de aprovechar para estar en familia", considera Fernández. También era el segundo año de Marta Pérez, Víctor García y Graciela Pérez. En su caso, cada uno de ellos acudió a la cita con un saco con cinco juguetes. "Nos encanta la iniciativa", manifiestan los jóvenes, llegados desde Navia y Coaña.

Además, quienes lo prueban no dudan en animar a sus familiares y amigos a vivir la experiencia, como por ejemplo le ocurrió a Alexia Fernández, que ayer participó animada por una prima suya, o a un grupo muy numeroso llegado desde Salas. "Este año somos 15, nos parece estupendo colaborar y ayudar en estas fechas, y encima se hace deporte", explica Miguel Ángel Pertierra.

Así, tras la caminata, llegaba para todos el momento más especial del día. El instante de ver aparecer la basílica de Covadonga y depositar el regalo, orgullosos todos de estar contribuyendo a que la Navidad sea un poco más feliz para muchos niños.