"El mejor regalo de Reyes". Así definen los miembros de la asociación de discapacitados Emburria el fin de las obras para adecuar un centro de día en Cangas de Onís. Las instalaciones, pendientes solamente de la certificación de la Consejería de Servicios Sociales para entrar en funcionamiento -que llegará a lo largo de 2019-, tienen capacidad para atender hasta dieciséis personas con diversidad funcional, con la particularidad de que los usuarios serán todos mayores de cincuenta años.

"Se trata de promover un envejecimiento activo en la comarca", resaltó la directora-gerente de Emburria, María Órreo, quien agradeció el apoyo "incondicional" de la Fundación La Caixa y del Ayuntamiento de Cangas de Onís para sacar adelante el proyecto, pionero en el Oriente.

Al acto acudieron, entre otros, el director de La Caixa de Cangas de Onís, Carlos Alonso, quien resaltó el hecho de que en Asturias sólo existe un servicio similar y está en Oviedo pero no hay nada parecido en la zona rural. La socia fundadora de Emburria Paloma Aroca tampoco quiso perderse la inauguración. "El día de la Cabalgata es importante para el colectivo: en esa fecha nos enteramos hace 13 años de que el Ayuntamiento nos cedía el bajo en el que ahora hay un centro de atención integral que atiende a 41 jóvenes; otro 5 de enero nos dieron el piso respiro del que los fines de semana disfrutan cinco usuarios", contó.

El nuevo centro de día se ubica en las instalaciones que Emburria tiene en la calle Constantino González de Cangas de Onís y funcionará de lunes a viernes. En total se invirtieron unos 21.000 euros en la rehabilitación. Tras la reforma son cinco los espacios disponibles adaptados: una sala de estar (construida a base de ganar metros a un antiguo soportal), una sala de reuniones ( antigua oficina), una oficina, un cuarto de ordenadores y una amplia habitación para usos polivalentes. En esta última recibieron ayer los socios de Emburria a los Reyes y dieron cuenta de dulces para inaugurar el centro. "Va a cambiar para bien la vida de muchas personas", apuntaban asistentes como la trabajadora social Lorena Fernández.