No existe edad para sumergirse en el mundo de las nuevas tecnologías y prepararse para poder dominar aquellos dispositivos que nos hacen la comunicación mucho más sencilla. Lo importante es tan solo una cosa: poner interés.

En Llanes hay un buen ejemplo de este tipo. En el centro social "El Rinconín" ha tenido lugar estos días un curso de manejo de teléfonos móviles destinado, fundamentalmente, a personas mayores por un lado, y también a aquellos con miedo a las nuevas tecnologías, por otro.

Lo que iba a ser un pequeño taller se desbordó con más de cuarenta alumnos que superaron las previsiones más optimistas. El curso, organizado por el Ayuntamiento de Llanes a través de la concejalía de Cultura, ha tenido tanta repercusión que ya se trabaja para llevar a cabo otro similar tras las navidades con contenidos ampliados. Dice el dicho popular que nunca es tarde para aprender cosas nuevas si la dicha es buena y en Llanes se ha demostrado que es cierto.

Carlos Rueda, el profesor del curso, se muestra encantado con la avalancha de alumnos que ha tenido. "La idea, en un primer momento, era hacer un grupo pequeño pero al final se han organizado tres. No me esperaba que tuviese tanta repercusión, pero lo cierto que es que todo lo relacionado con las nuevas tecnologías es un campo con mucha demanda", explica.

Asegura que lo primero de todo es perder el miedo al manejo de estos aparatos. El noventa por ciento de los matriculados son mujeres.

"La verdad es que tengo unos alumnos muy inquietos que no dejan de preguntar e interesarse por cosas, incluso en los momentos en que hacemos pequeños descansos. Así da gusto. Se nota que tienen mucho interés", dice Rueda.

Sacar el máximo partido a sus smartphone (teléfonos móviles inteligentes), manejar internet a través de los mismos así como dominar de sistema de mensajería de la aplicación Whatsapp y las redes sociales son algunos de los objetivos que pretenden lograr los aplicados alumnos en Llanes.

"Es un curso muy ameno e interesante", aseguró Margarita R. Laita. Manolita Balmori, de la localidad de Quintana, acudió al taller junto a Amelia Álvarez. "Nunca es tarde para aprender cosas nuevas. Me apunté más supe que se iba a hacer porque en casa pregunto cosas y no tienen mucha paciencia conmigo", dice entre risas. Sostiene que primero intentará dominar el teléfono móvil para luego lanzarse sin miedo al mundo de las tabletas y los ordenadores.

María José Iglesias adquirió un smartphone hace cinco meses y quiere sacarle todo el partido posible, que es mucho. Dice que es este tipo de cursos, con un profesor y otras compañeras, es mucho más ameno que aprender el manejo de estos aparatos a través de un frío libro de instrucciones y en soledad.