Los lobos siguen haciendo de las suyas en los límites de la vertiente canguesa del parque nacional de los Picos de Europa. Así, el pasado 4 de enero, Miguel Ángel Alonso González, ganadero del núcleo rural de Nieda (Cangas de Onís), sufrió la merma de otras dos cabras por ataques de los depredadores en la zona de Testín, cerca del pueblo de Següencu. Son las primeras bajas que sufre "La Justariega" en ese recién estrenado ejercicio de 2019, aunque las últimas pérdidas datan de finales del pasado noviembre, cuando le mataron cinco ovejas y dejaron otras tres heridas. El ganadero aún no ha cobrado los daños que padeció en 2017, unos 900 euros.