Ribadesella se expone a un desembolso de 2,4 millones de euros, más del 30 por ciento del presupuesto aprobado para este año, si un juez considera como urbanos los huertos de la plaza Santa Ana de la villa y los nueve propietarios de los terrenos reclaman su expropiación. Uno de ellos ya ha solicitado la expropiación de su parcela por 832.000 euros, ya que la finca, que está catalogada como "espacio libre público" y no es urbanizable, continúa sin serlo en el nuevo Plan General de Ordenación del concejo, aún en fase de redacción. Por eso, ha pedido su expropiación por dicho valor, entendiendo el propietario que es suelo urbano. Sin embargo, el criterio de los técnicos municipales es bien distinto, pues lo califican como suelo rústico, dándole a la finca un valor de 6.286 euros.
Si no se llega a un acuerdo, podría ser un juez el que decida el valor que tiene la finca. En este caso, el problema podría quedar minimizado si se le da la razón al Ayuntamiento, pero podría alcanzar una gran dimensión si le diera la razón al propietario, pues abriría la puerta a que los otros ocho propietarios restantes de los huertos pudieran hacer lo mismo.
El Ayuntamiento ya quiso evitar esta comprometida situación hace un año, cuando los nueve huertos se incluyeron en la misma unidad de actuación que una finca cerca del cementerio cuyo propietario también lo es del huerto ahora en disputa. Según explica el concejal socialista Secundino Díaz Cayuela, la capacidad edificatoria de la finca venía triplicada por error en los planos del PGO, lo que es ilegal y sería rechazado por la CUOTA, impidiendo el desarrollo del terreno. El gobierno riosellano, entonces, propuso al propietario modificar la edificabilidad a cambio de que renunciase a reclamar la expropiación del huerto. De hecho, llegó a aprobarse en Pleno la medida, pero el propietario rechazó esta solución.
Una solución con la que tampoco están de acuerdo otros propietarios de los huertos restantes, por lo que ahora queda esperar para conocer cuáles alegan contra dicha situación y si hay acuerdo. "Había que dialogar y no se hizo", considera Díaz Cayuela.
