La escritora Pilar Sánchez Vicente (Gijón, 1961), acudió ayer a Infiesto para presentar su última novela, "Mujeres Errantes", en un acto organizado por el club feminista de lectura de Piloña. En este nuevo trabajo cuenta la historia de Greta, hija de una emigrante española que viaja a la tierra de la que siempre había creído que era su madre para descubrir la verdad sobre sus orígenes.

- ¿Qué se van a encontrar los lectores que se acerquen a su novela?

-Un retablo del siglo XX que los atrapará sin remedio. Se lee de un tirón, pero además abre puertas a la Historia, como pasa con todas las novelas mías.

- ¿De dónde surgió la idea para escribir esta historia?

-Se la debo al Archivo de Fuentes Orales para la Historia Social de Asturias, que me cedió las grabaciones de La Tarabica y Chelo la Mulata, dos pescaderas ambulantes míticas de Cimavilla. Dos tías abuelas mías habían tenido puesto en la Plaza del Pescado. Es un homenaje a esas profesiones que desaparecen, al barrio pescador, pero también a nuestra historia más reciente, que parece tan lejana. El pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla, y tal parece.

- Una de las historias que se cuenta es la de una mujer emigrante, y ha comentado en alguna ocasión que quería rendir un homenaje a aquellas que tuvieron que marchar. ¿Cree que la historia ha olvidado a estas mujeres?

-La mujer en Asturias fue algo más que "la madre del emigrante". De estatuas, poco. Tuvimos un papel transcendental en los años 60 y 70. Las fábricas en Europa preferían mujeres, sabían que no se beberían el jornal y propiciarían la reunificación familiar.

- Ha comentado que en sus narraciones intenta reivindicar el papel de la mujer. ¿Cree que esta es aún una de las asignaturas pendiente de la literatura?

-Creo que es una asignatura pendiente en todos los ámbitos: la ciencia, la historia, el arte? Continuamente aparecen figuras relevantes del pasado cuya presencia fue silenciada o enmascarada y aún tienen una ínfima presencia en los libros de texto, que es donde se aprenden modelos y referencias.

- Esta premisa, la de reivindicar a la mujer, está en auge ahora mismo. ¿Considera que la literatura podría jugar un papel importante a la hora de acercar este mensaje a zonas rurales, como el Oriente, donde quizá las actuaciones llevadas a cabo en grandes capitales resulten lejanas?

-El Asturias el compromiso feminista y el activismo por la igualdad no distinguen zona rural y urbana. La participación de las mujeres es muy alta en comparación con otras comunidades. Fíjate quién me lleva hoy (por ayer) a Infiesto: El club de lectura feminista de Piloña. Igual no lo encuentras en una gran ciudad.

- Fuera ya de la ficción, ¿las mujeres escritoras se encuentran con alguna traba extra aún hoy en día por cuestión de sexo?

-Desde el momento en que los órganos de decisión están formados por una mayoría masculina, ya tienes asegurada la desigualdad. Es ahí donde radica el problema. Mira la RAE.