El albergue de peregrinos de San Esteban de Leces, en Ribadesella, registró en 2018 su récord histórico de visitantes, una señal de que el Camino de Santiago del Norte a su paso por el Oriente cada vez tiene más adeptos. El dato ha sido recibido con mucha alegría por parte del secretario de la Asociación de Peregrinos de los Caminos del Norte (Apecan), Alejandro Barrero, quien considera que "se están haciendo bien las cosas".
- El récord del albergue de San Esteban confirma el buen momento que vive el Camino de Santiago del Norte. ¿Qué tiene esta ruta para que cada vez conquiste a más gente?
-Yo prefiero hablar de los Caminos del Norte. Están creciendo exponencialmente, y la repercusión se ve a todo lo largo del Camino. En el albergue de San Esteban el año anterior había una media de nueve peregrinos al día y en 2018 subió a trece. Al final, son los Caminos primigenios, se utilizó esta ruta por primera vez en el siglo XI, y el Francés no se abrió hasta dos siglos después, aunque es verdad que mucho tiempo estuvieron olvidados porque eran más agrestes. Sin embargo, ahora pasa al revés, la gente quiere descubrir la naturaleza, y por eso vienen más.
- ¿Cuál es el perfil del peregrino que elige el Camino de Santiago del Norte?
-Tenemos perfiles variopintos. Van desde el señor con su mochila y que se queda en albergues hasta el señor que hace el Camino de hotel en hotel. El peregrino cada vez tiene un nivel cultural mayor y quiere conocer más.
- Se suele tener la idea de que el peregrino es el mochilero que pasa por los sitios haciendo la ruta sin gastar casi nada, que no es un turista que deje ganancias. ¿Es un concepto que se debería cambiar?
-No es cierto en absoluto, cada vez se gasta más y sé positivamente que dejan mucho dinero. Tengo amigos en el Camino primitivo que han visto renacer sus pueblos gracias al paso de peregrinos. Desde el año 2000 para acá esto ha ido creciendo. Por ejemplo, en San Esteban, uno de los países que más pernoctaciones registró fue Alemania, y precisamente la imagen que se tiene de ellos es de gente con recursos.
- ¿Podrían ser los peregrinos claves para desestacionalizar el turismo, ese gran caballo de batalla en el Oriente?
-No es que puedan ser la clave de la desestacionalización, es que ya lo son. En abril y mayo hubo 186 y 391 pernoctaciones respectivamente, cuando hace cinco años estas cantidades no llegaban a los 100. Los alemanes, por ejemplo, vienen mucho fuera de temporada. Vamos camino de 2021, que va a ser Año Santo, un año en el que se suelen registrar muchas más visitas, y ahora estamos superando en un 60 por ciento el último Año Santo, que fue 2010.
- ¿Qué se debe mejorar todavía en el tramo oriental para ofrecer una mejor experiencia a los peregrinos?
-El tramo de Asturias está bastante bien, pero no es un Camino de una sola comunidad autónoma y no en todas hay el mismo trato ni la misma visión. El Principado está preparando un decreto sobre albergues que es imprescindible, que regulará cómo tienen que ser. Por lo demás, la traza del Camino en general está bien; es verdad que el peregrino se queja cuando llega a una autopista y está mal señalizado o cuando se corta el Camino, pero en Asturias esto se ha solucionado bien.
- Apecan nació hace poco más de año y medio. ¿Qué retos tienen para el futuro?
-El reto es el día a día. Lo que sí es verdad es que hay algunas actividades que queremos hacer para poner en valor el Camino en nuestra zona, como ya venimos haciendo. Los resultados están ahí, son las cifras. Año a año se van ganando adeptos y la ruta nos va dando satisfacciones.
