Ya es oficial: Foro se queda tan solo con una concejala en el Ayuntamiento de Ribadesella. En el Pleno celebrado ayer, los otros cinco ediles del partido que gobierna, alcaldesa incluida, se pasaron definitivamente al grupo de los no adscritos después de que a lo largo de las últimas semanas todos ellos hayan solicitado su baja por desencuentros con la directiva regional.

Así, el partido ha pasado de contar con mayoría absoluta al comienzo del mandato a quedarse bajo mínimos a escasos meses de las elecciones, primero con la marcha de Verónica Blanco poco tiempo después de los comicios de 2015 y ahora con el abandono en masa de casi todo el resto de sus representantes, quedando María José Bode como única forista en el Pleno. La regidora, Charo Fernández Román, ha defendido el momento elegido por ella y sus compañeros para dar este paso y no haber tomado antes la determinación porque "se mantenía la esperanza de que el partido mirara a Ribadesella".

Además, y aunque no estaba en el orden del día, el Plan General de Ordenación (PGO) fue uno de los grandes protagonistas de la sesión plenaria, con un cruce de acusaciones entre la alcaldesa y el portavoz socialista, José Luis Díaz. La regidora acusó a los dos ediles socialistas de "tener órdenes" para evitar que el PGO se apruebe en este mandato, mientras que Díaz afirmó que hay técnicos que le han confesado de forma extra oficial que "hay cosas mal hechas". Un PGO que, por otro lado, se espera que se pueda debatir su aprobación inicial en el Pleno de marzo.

Un Pleno al que el equipo de Gobierno también quiere llevar la votación de lo presupuestos de 2019, de los que la alcaldesa ha adelantado que el capítulo de inversión no va a incluir actuaciones concretas, sino que va a ser "libre para que pueda disponer de ella el que entre al equipo de Gobierno". Por último, la regidora informó de que se ha iniciado el expediente para rescindir el contrato a la empresa encargada de la obra de la avenida de Tito Bustillo.