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Manolo Chaso, profeta en su tierra

El nonagenario, emocionado al dar su nombre al campo de fútbol de Cangas de Onís

Chaso y su esposa, Carmen Cuesta, llegan al campo de fútbol en un Ford-T (año 1919); delante, José Manuel González Castro y, al volante, César Cifuentes. J. M. C.

Lágrimas y emoción. Sin duda, fue una jornada histórica la de ayer para el mundo del deporte y sobremanera para los que se sienten plenamente identificados con el Cánicas AC, a raíz de asociar el nombre "Manolo Chaso" al campo municipal de fútbol Nuevo Santa Cruz. Una fecha que tardará en olvidarse en Cangas de Onís, merced a juntarse sobre el rectángulo de juego varias generaciones, desde los alevines del club representativo de la vieja capital del Reino hasta leyendas vivas -Piruqui, Recorín, Bautista, entre otros- del balompié cangués.

Previamente al descubrimiento del monolito de piedra que perpetúa el nombre de Manolo Chaso -Manuel Chaso Cortina, 90 años- en el feudo Nuevo Santa Cruz, se llevó a cabo un pleno en el Ayuntamiento donde se aprobó por unanimidad de todos los grupos políticos (PP, PSOE y Foro) la propuesta que, fechas atrás, presentaron los vecinos Ramón Hevia y Nani Labra, la cual contó con el respaldo de un buen número de cangueses así como de la actual directiva del Cánicas AC. Excusó su asistencia el edil de Cangas Puede, José Carbonell.

El salón de la Casa Consistorial estuvo abarrotado y entre los asistentes se encontraba la diputada Marifé Gómez (PP). El regidor glosó la figura de Chaso, por el arduo trabajo que realizó durante decenas de años, desinteresadamente, en el Cánicas AC. "Merece ser recordado, asociando su nombre al del campo de fútbol en el que juega su club, con el que tantos años colaboró", dijo el alcalde José Manuel González Castro. Una distinción que se suma al reconocimiento que recibió, en el año 2014, en la Gala del Deporte de Cangas de Onís.

La anécdota estuvo protagonizada por el desplazamiento desde el Ayuntamiento hasta el campo de fútbol en un automóvil Ford Model-T, del año 1919, en compañía de su mujer, Carmen Cuesta, y del propio regidor González Castro, conducido por César Cifuentes. Allí, sobre el terreno de juego, visualizó un vídeo que recogía diversos momentos de la historia del Cánicas; recibió una placa conmemorativa y su mujer fue agasajada con un ramo de flores, a manos de los alevines del club. Una tarde, bajo una espléndida meteorología, que nunca olvidará. Manolo Chaso fue profeta en su tierra.

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