Treinta voluntarios se han reunido en Llames de Parres con la misión de repoblar dos hectáreas de monte quemado con ejemplares de roble, abedul y castaño en un proyecto que tiene busca mantener a raya a las llamas en los próximos años.
"Después de la repoblación, se meten en esas zonas ovejas y cabras para que pasten y no crezca matorral", explica el presidente de la asociación "Proyecto Roble", Iñaki Aranzeta, cuyo colectivo ha llevado a cabo los trabajos junto con la asociación "Biodevas" y el apoyo económico del consistorio parragués. Además, en el futuro, cuando los árboles crezcan y den una sombra que bloquee parte del sol "van a evitar que salga matorral pero no que crezca el pasto", cuenta Aranzeta en lo que califica como "una alianza natural perfecta".
La idea de "Proyecto Roble" es continuar con estos trabajos de repoblación en la zona en colaboración con voluntarios ganaderos y empresas forestales para "mejorar la calidad ambiental del pastizal con el fin de configurar una forma de pastorear los montes sin el uso de fuego descontrolado".
