El proyecto para la construcción de una senda fluvial entre los concejos de Ribadedeva y Peñamellera Baja ha dado un paso definitivo. La Consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente ha dictado una resolución según la cual el proyecto para adecuar la senda fluvial del río Deva, promovido por los ayuntamientos de ambos municipios, no deberá someterse al trámite de impacto ambiental al considerar que este proyecto no tendrá efectos significativos sobre el medio ambiente.

En la resolución se señala, eso sí, que el proyecto deberá tener en cuenta las medidas preventivas, correctoras y de control ambiental propuestas por los promotores, para garantizar y salvaguardar el medio ambiente y las condiciones de vida de la población más próxima al área de actuación.

Según la citada resolución, las obras podrán comenzar una vez ambos consistorios pidan la autorización correspondiente a la Confederación Hidrográfica, al actuarse en una zona de dominio público hidráulico y de servidumbre. El Ayuntamiento de Ribadedeva, además, deberá pedir también autorización a Costas, puesto que parte del trazado de la senda a la altura del barrio de La Haya, en Vilde, está afectado por este organismo.

Para llevar a cabo la ejecución de la obra, el Ayuntamiento de Peñamellera Baja, donde la senda tendrá un recorrido circular, ha presentado un proyecto de financiación a cargo de los fondeos Leader que le ha sido concedido. La idea es comenzar las obras en esta parte de la senda a lo largo de este año. Por contra, en el municipio de Ribadedeva los trabajos no comenzarán hasta 2020. Barajan la posibilidad de pedir también una subvención o ejecutarlo con fondos propios.

Tanto el regidor de Peñamellera Baja, José Manuel Fernández (PP), como el de Ribadedeva, Jesús Bordás (PSOE), han mostrado su satisfacción por la gran acogida que ha tenido este proyecto que busca realzar la zona y convertir a la senda en un reclamo turístico más para la comarca.