Cangas de Onís y Parres tienen que ir de la mano, superar piquillas y sacar adelante de forma conjunta proyectos que permitan un mayor desarrollo económico y social de la zona. Lo dice el cocinero José Antonio Campo Viejo, que nació en el primer municipio y tiene su negocio en el segundo: en ambos se encuentra como en casa.
Su propuesta de hermanamiento cuenta con el respaldo de muchos vecinos, que ven en la iniciativa una oportunidad única para fomentar intercambios culturales. Es el caso del cronista oficial de Parres, Francisco Rozada. "Sólo por proximidad y un devenir común ya compartimos multitud de acontecimientos. Yo no pierdo cualquier oportunidad para poner de relieve los lazos que nos unen, rechazando pueblerinas rivalidades más propias de tiempos pasados", resaltó. En la misma línea se expresó el portavoz de la Asociación de Hostelería y Turismo de Parres (HOTUPA) Belisario Suárez. "Me parece bien aunque creo que no es prioritario. Los de Arriondas pasamos tantas horas en Cangas de Onís como en nuestro pueblo: para visitar el mercáu, por estudios, oficinas oficiales. Y los cangueses vienen al hospital, la piscina climatizada o las fiestas así que hace muchos años que estamos hermanados en la práctica", dijo. "La piquilla no debería faltar nunca con respeto y buen humor", matizó.
El presidente de la Asociación Amigos de Parres, Titu Manzano, celebra una "excelente idea de una persona excelente que sirve para unir y mejorar nuestra calidad de vida". El presidente de la Sociedad de pescadores "Esmerillón", Antón Caldevilla, que nació en Parres y se crió en Cangas de Onís, señaló que "decir adiós a los localismos es lo ideal. Nosotros ya estamos hermanados, en nuestra directiva hay miembros de los dos municipios".
