"Muy hartos". Así se encuentran los vecinos del barrio de Pialla, en Infiesto antela continua aparición de excrementos de perros junto a sus casas. "Esta semana, sólo delante de mi portal, en menos de un metro conté tres heces. La gente es muy marrana", se quejaba ayer una lugareña. Los residentes lamentan que los dueños de algunos canes no hagan caso a la señalización que el año pasado colocó el Ayuntamiento de Piloña en zonas como el área de La Cueva o el propio barrio de Pialla advirtiendo de la obligación de recoger las cacas y del riesgo de sanciones para quien no cumpla la normativa.

De hecho, el equipo de gobierno socialista piloñés confirmó ayer que trabaja en la actualización de la ordenanza municipal referente a esta cuestión, lo que en la práctica supondría más control y que los infractores tendrán que abonar una multa económica más cuantiosa en el caso de que sean pillados "infraganti"