"Estamos muy satisfechos con la respuesta de la gente, creemos que esta es la manera de dar viabilidad a la participación y a la conservación del edificio". La plataforma "SOS Plaza de Abastos" ha presentado las seis propuestas principales que recibieron sobre los futuros usos que podría tener el edificio riosellano, algunas tan innovadoras como que el espacio albergue un pequeño auditorio desmontable o un centro de empresas. Unas sugerencias que vecinos y colectivos de la zona hicieron llegar a través de un banco de ideas y con el que se pretende dar un paso más hacia la conservación del edificio en un momento en el que el debate entre su restauración o demolición está aún muy vivo.

Por eso, tras las propuestas recogidas por este colectivo, ahora uno de sus portavoces, Luis Posada, afirma que entienden que "corresponde a los representantes políticos ver qué uso se le puede dar". Entre las ideas que se presentaron, todas contemplan la recuperación de su uso original como mercado de abastos para dar un empujón a los productores y productos locales, si bien también se pretende ir más allá y hacer de la plaza un espacio versátil, con sitio para el turismo y los vecinos. Además, en las ideas también se ha tenido en cuenta uno de los grandes problemas de la comarca, la despoblación, por lo que se contempla dejar un lugar para fomentar el emprendimiento y, de esa forma, tratar de fijar población en la comarca y, sobre todo, en Ribadesella.

Propuestas, todas ellas, encaminadas no solo a salvar el edificio, sino a regenerarlo y hacer que no caiga en el abandono total. Sin embargo, en contra de la plaza juegan los números. La alcaldesa riosellana, Charo Fernández Román, cuyo equipo de gobierno ha sido desde el principio un firme defensor de la demolición por considerar que el espacio en el que se enmarca es uno de los más importantes dentro de la villa y que podría tener otros usos para el desarrollo del concejo, desveló hace unos meses que, según un informe, restaurar por completo la plaza de abastos para que esta fuera apta para albergar público costaría a las arcas municipales 700.000 euros y que, aun así, no podría ser sede de grandes eventos. Sin embargo, el debate se ha sucedido entre los diferentes partidos políticos riosellanos, algunos de los cuales incluso discrepaban sobre la suma dada por la regidora riosellana.

Además, la plataforma en defensa del edificio remitió al Principado toda la documentación necesaria para pedir protección para la plaza y la Consejería de Cultura ha iniciado el expediente para decidir si la incluye dentro de su Inventario de Patrimonio Cultural. Una medida contra la que el gobierno ya ha anunciado que va a presentar alegaciones.