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El agua vuelve a la fuente del Llanu

Los vecinos de la parroquia canguesa de Margolles rehabilitan el lavadero del pueblo, "que llevaba seco más de medio siglo"

Leonor Núñez, Ana Blanco, Monchu González y Everardo Pérez en la fuente-lavadero del Llanu Margolles (Cangas de Onís), ayer. CRISTINA CORTE

Los vecinos del Llanu Margolles, localidad canguesa que saltó a la fama en verano a raíz de la visita del cantante australiano con raíces en el lugar Oskar Proy, han conseguido que el agua vuelva a fluir en el lavadero del pueblo.

La construcción quedó seca hace más de medio siglo, cuando la llegada de la traída de agua corriente a las casas hizo que cayera en desuso y se deteriorara. La naturaleza siguió su curso hasta que el lugar en el que muchos cortejaron con su primer amor quedó completamente tomado por la maleza. Fue precisamente en verano, tras la visita de Proy, cuando los residentes decidieron adecentar el pueblo aunque la iniciativa de rehabilitar el lavadero no se materializó hasta la pasada semana. Entonces, un grupo de lugareños encabezado por José Ramón González "Monchu" cogió la fesoria y la foz para acabar con todo rastro de cotoya. El resultado, cuentan, es inmejorable.

Una vez quedó limpio el lavadero el siguiente paso fue recuperar ayer la toma de agua del camino de Los Peralinos, que conecta con Peruyes. Además, se pusieron en contacto con el Ayuntamiento de Cangas de Onís, que se habría comprometido a facilitar materiales y mano de obra para dar una nueva capa de pintura en las próximas semanas.

La infraestructura, que cuenta con una fuente y dos bebederos para ganado, se ubica a escasos metros de la carretera N-634. Por eso, los vecinos confían en que Obras Públicas de permiso para retirar unos árboles y arbustos junto a la vía, con el fin de que el lavadero cuente con mayor visibilidad y mejor acceso. "También nos venía bien un paso de peatones porque para llegar a la fuente tenemos que cruzar la carretera y los vehículos pasan volando aunque sabemos que eso es más complicado", apuntaba Everardo Pérez.

Residentes que colaboraron en los desbroces como Ana Blanco, de 68 años de edad, no podían ocultar ayer su satisfacción al ver de nuevo brotar el agua en la fuente del Llanu Margolles. "Yo me casé en 1971 y de aquella ya no funcionaba pero me acuerdo de ser pequeña y pasarlo muy bien jugando junto a ella mientras las mujeres del pueblo venían a por agua o a lavar. Era el principal punto de encuentro", apunta.

En la misma línea se expresó Leonor Nuñez, que puso en valor la calidad del agua. "Siempre escuché que era fenomenal, está muy buena", indicó. En su memoria queda las historias que contaba su madre sobre un "fugado" de la guerra civil al que los vecinos dejaban comida detrás de la fuente para que pudiera sobrevivir.

Las noticias de la restauración del lavadero del Llanu Margolles -localidad que cuenta con una veintena de viviendas aunque sólo la mitad están habitadas todo el año- ya han traspasado fronteras y llegado a Australia. "El padre de Oskar Proy nos sigue y enseguida mostró su satisfacción con el proyecto. Parece ser que volverán en verano porque mandaron adecuar la casa en la que vivía la abuela así que igual nos dan un concierto para inaugurarla", bromeaban.

La intención de los vecinos es que las obras de rehabilitación concluyan en junio, antes de la fiesta de San Juan, fecha en la que tienen previsto adornar la fuente con flores e incluso organizar un pincheo de convivio.

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