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Las familias piden en Covadonga más ayudas y facilidades para la conciliación laboral

"Se quejan de la baja natalidad que hay, pero hacen poco por fomentarla", critican los asistentes a las jornadas del Arzobispado de Oviedo

La familia venezolana formada por Juan Carlos Nava, con Camila en brazos; su mujer, Sofía Flórez, y sus hijas Verónica y Alejandra, a punto de iniciar la ruta a pie a Covadonga, ayer. C. C.

Más ayudas y facilidades para la conciliación laboral. Es lo que piden las familias, que ayer celebraron su día con una caminata al santuario de Covadonga. La jornada, convocada por la Delegación de Familia y Vida del Arzobispado de Oviedo, incluyó actividades gratuitas destinadas a reforzar lazos intergeneracionales como la elaboración de un imán con la forma de la Santina.

Hasta las inmediaciones de Muñigu (Cangas de Onís), de donde partía la ruta, fueron llegaron clanes de Oviedo, Gijón, Pravia o Avilés aunque también hubo representación internacional de la mano de los venezolanos Juan Carlos Nava y Sofía Flores, que acudieron con sus hijas Verónica, Alejandra y Camila, de 5, 3 y 1 año de edad. "En los tiempos en que vivimos prima demasiado la individualidad y las familias, siendo la base de la sociedad, están poco valoradas por eso son importantes espacios de encuentro como este", dijeron en referencia a la jornada de convivio.

Al encuentro también acudió Chelo Suárez, madre de tres hijos que echa en falta más apoyo por parte del Principado. "Se quejan de la baja natalidad pero hacen poco por fomentarla", apuntó. Como ejemplo de buen hacer puso a la vecina comunidad de Castilla y León, donde según su versión se dan "muchísimas más ayudas para libros o matrículas de guarderías y donde se fomentan los campamentos urbanos", dijo. En la misma línea se expresó Esther Uriol y su marido Alejandro Junquera, padres de cuatro varones de entre 13 y 6 años de edad. "La conciliación doméstica y laboral es todo un reto, se necesitan más facilidades en este sentido para que los horarios sean compatibles y no tener que renunciar a pasar tiempo con los niños", explicaron. Por primera vez acudía a la celebración la piloñesa Verónica Sierra, y no por falta de ganas. "Los últimos años estuve trabajando en Valencia y no me coincidía. Vengo porque es una oportunidad para poner en valor la familia" apuntó.

El programa incluyó una ofrenda a la Santina y una bendición de niños en la basílica.

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