Toriellu y sus gentes pueden con todo. Los vecinos de la localidad riosellana se olvidaron del mal tiempo y festejaron por todo lo alto, aunque bajo techo, el día grande de sus fiestas en honor a Nuestra Señora de Fátima con un día lleno de folclore y marcado por la unión entre todo el pueblo.

Alrededor de medio centenar de aldeanas y porruanos no quisieron perderse su fiesta. Una fiesta que sirve de excusa para reunir a aquellas personas que no residen en Toriellu. Ese es el caso de María José Gonzalo, su hija Carla Fernández y la pequeña Carla Abad, que, aunque viven en Oviedo, no se pierden el día grande del pueblo. "Venimos siempre que se puede a la fiesta y tenemos comida familiar".

Una fiesta que no solo encandila a los locales, sino que también se gana a los nuevos vecinos. Buen ejemplo de ello es Elena González, natural de Cangas del Narcea, que lleva tan solo tres años viviendo en el pueblo pero no ha dudado en ataviarse con el traje de aldeana. "Le cogí afición a la Virgen y la gente me recibió bien", explica. Una celebración en la que no faltaron gaita y tambor ni la actuación del grupo "Prau Llerón" de Mieres.