Mabel Celorio se despidió ayer de sus clientes porque se jubila. Ya no volverá a servirles más sus pasteles porque la confitería Ramonín ha cerrado después de 54 años de actividad en Ribadesella . Como homenaje, la tertulia "El Garabatu" celebró allí un encuentro, en la foto. Este establecimiento forma parte ya de la historia de riosellana y de sus gentes. Ramón Celorio y Victorina González, fueron los fundadores de la confitería Ramonín, un negocio que abrió sus puertas en la calle Gran Vía de Agustín Argüelles el 7 de julio de 1965, informa M. M.