El lobo también le está quitando la afición de criar cabras a Marco Peri, a pesar de que solo tiene seis años. El crío, de Cardes, estaba encantado, ayer, concursando en Infiesto con su "Piloñesa", que tampoco se ha librado de los ataques del cánido. Su tío, Maikel Peri, mostraba las secuelas en el cuello que le dejó el colmillo del lobo en primavera. "Está perdiendo la ilusión", dice de su sobrino. De las 53 cabras bermeyas que tenían, solo les quedan ya 18. Llegaron a tener 115. "Va menguando cada vez más", destaca su padre, Ernesto Peri. A ellos no les ha servido ni tener perros mastines.
A Miguel Rojo, de El Picu (Sevares) le han resultado más eficaces, pero se suma a las peticiones del resto de ganaderos de pedir soluciones y control del lobo. Añade otra más: mantenimiento del monte, que se está llenando de matorral. "Estos animales son los que los limpian, pero no los puedes tener...", reflexiona. José Manuel Vallina, de La Matosa, apunta que "todos los años te quita (el lobo) cinco o seis (cabras)", por lo que cree que "tiene que haber una manada". Incluso ha atacado a terneras y vacas.
El concejal de Medio Rural, José Antonio Cuevas, entiende las quejas: "La cabra bermeya es una especie protegida y se va a acabar antes que el lobo, que está en plena expansión". Lamenta que Piloña es un concejo especialmente afectado por estos ataques. Cuevas destacó la alta participación y calidad de las reses de Concurso-Exposición de Ganado Vacuno, al que concurrieron 274 animales, un 40 % más que el año pasado, lo que demuestra el éxito del cambio de recinto y que permitirá que mañana la feria siga creciendo cuando la tendencia es que vayan a menos. Participaron 170 cabras bermeyas. Ganaderos como Víctor Molina, Maximino Fernández o David Maujo aplauden la mejora de las instalaciones, al igual que visitantes como Ramón y Ángel Sánchez.
