En Onís creen haber encontrado la fórmula para frenar la que parece imparable expansión de la avispa asiática, que trae de cabeza a los apicultores asturianos. Uno de ellos, Luis Mier, apunta que "la solución no está en quitar nidos". Piensa que hay que ir más allá. "La solución para erradicarlas, la más eficaz, es hacer feromonas en laboratorio que atraigan a los machos y conseguir que sean infértiles", propone este apicultor de Onís, harto de luchar contra la velutina, que está diezmando a sus abejas.
Ellos proponen la idea, que ahora tendrían que desarrollar científicamente en un laboratorio. Sostiene que si crean unas feromonas con las que atraer a los machos se podría conseguir, a través de algún otro producto, que sean infértiles. De este modo, se impediría que esta especie invasora, que tiene en jaque al campo asturiano, siga reproduciéndose. Para Luis Mier, la opción de retirar los nidos de avispa asiática no es eficaz: "Hay miles". Son conscientes de que el auge de este insecto ha creado "una alarma social" en la zona rural y en Onís quieren cooperar en su lucha. De hecho, coincidiendo con esta edición del certamen del queso gamonéu de Onís, en Benia, instalaron un puesto de información, en el que además de mostrar cómo es un nido de avispa asiática enseñaron las velutinas que lograron capturar. Consiguieron llamar la atención de los muchos políticos que acudieron a la cita, en plena campaña electoral, con la esperanza de ser escuchados y que los responsables públicos tomen medidas urgentes para frenar su expansión.
En Onís conocen en primera persona esta lucha contra la proliferación de este insecto. Cansados de esperar a que les retiren los nidos de avispas asiáticas próximos a caminos y viviendas, los vecinos de Talaveru actuaron por su cuenta el mes pasado. Prendieron fuego a uno de ellos por la noche, asumiendo el riesgo que eso conlleva.
