No hace tantos años que los pueblos se unían a través de caminos. Eran sendas que discurrían por bosques. Atajos en algunos casos. Y largas rutas en otros. Juntos completaban una red de senderos que permitía recorrer cada rincón de los concejos en donde se enclavaban. Pero dejaron de usarse. La evolución del transporte dejó en un lugar secundario aquellas conexiones. Pero están ahí. Y no sólo cuentan la historia del territorio, sino que enriquecen el paisaje en el que se levantan aldeas, barrios y pueblos enteros. Aún queda mucho trabajo por hacer, pero la recuperación de esa red de caminos está en proceso en un rincón del oriente de Asturias, será el "cinturón verde" de Cabrales.
Lo ha impulsado el guarda del refugio del Urriellu, Sergio González Bada, que presentará este mes su idea ante asociaciones, ganaderos, queseros, artesanos, grupos socioculturales, empresarios turísticos y vecinos. Su intención, cuenta, es "poner en valor este lugar, de generar empleo y de desestacionalizar el turismo". González Bada asume que el camino será largo, el del desarrollo del proyecto y el que conectará los 18 pueblos que forman Cabrales. Pero "algún día tiene que ser el primero" para contar que su idea es ofrecer una posibilidad de practicar senderismo a todos los niveles, creando "una ruta de media y baja montaña que una estos pueblos" recuperando y señalizando los viejos caminos. El "cinturón verde" contará, además, con "pequeñas variantes de corto recorrido para conocer las localidades, el patrimonio, los museos, los miradores" que se ubican tímidos en los distintos núcleos rurales y no pueden competir con los más afamados. Se trata de dar una oportunidad a la zona más rural y, al mismo tiempo, "intentar hacer de Cabrales el destino del senderismo y el trecking" para aficionados, y también para familias que se acerquen con la intención de sacarle el máximo partido a su viaje.
"Hay tiendas, restaurantes, artesanos... pequeños empresarios del medio rural a quienes no le damos el valor que tienen", evidencia el montañero. A ellos, y al propio paisaje desconocido, "tenemos que darles un lugar". Y recuperar su historia. Como la de los pastores que usaban los senderos que ahora se recuperarán para hacer la trashumancia del ganado menor. Aunque eso, asume el guarda, "será más complicado de hacer".
González Bada propondrá su iniciativa a los agentes, a los que requiere todo el apoyo para poder sacarlo adelante. "Lo importante una vez esté recuperado el entorno será crear una interconexión entre todos los empresarios y asociaciones", explica el guarda para ofertar, cada cual, su actividad. Un vínculo que podría crearse en las redes sociales bajo una marca propia. Un nexo que, además, debería oficializase en un Patronato, dice González Bada, presidido, siempre, por el alcalde. Será, asegura, "una inversión para el presente y el futuro de las generaciones venideras"
