Sergio González Bada, guarda del refugio del Urriellu e impulsor del proyecto de un "cinturón verde" en Cabrales, lleva cinco días caminado y recorriendo "rincón a rincón" el concejo. Está experimentando por sí mismo lo que propone dar al visitante, que es recorrer el municipio a través de sendas, pistas, caminos, parte de la que fue la calzada romana o del Camino Real. Ese mismo entusiasmo con el que él disfruta de Cabrales se lo transmitió ayer a los representantes de las asociaciones con las que se reunió para explicarles este proyecto, en el que quiere implicar a todos, porque transita por 18 pueblos cabraliegos y es una forma de "lanzar el concejo hacia el senderismo internacional", pues méritos le sobran. Eso sí, de forma compatible con el uso tradicional rural y ganadero. "Se trata de crecer conjuntamente", afirma.
Esta primera reunión con los agentes sociales ha tenido un "éxito grande", pues las asociaciones además de acudir a la convocatoria de Bada acogieron con entusiasmo su propuesta. La intención es empezar en enero a constituir las mesas de trabajo para definir entre todos el proyecto de esta gran senda que recorre el concejo.
Hoy ha convocado a las 17:30 horas, en la Casa Bárcena o Museo Enrique Herreros, a los empresarios cabraliegos y al público en general que esté interesado, pues quiere recoger propuestas de distintos sectores e implicar al concejo en su conjunto. La ruta completa tiene unos 110 kilómetros, a través de media y baja montaña, que permiten disfrutar del paisaje y paisanaje de Cabrales, a cual mejor, a pie o en bici.
"Presentamos un cascarón y ahora hay que rellenarlo con cosas", resume Bada, que busca la proyección de Cabrales en la red internacional de rutas de montaña, en la que quieren hacerse hueco.