El servicio del funicular de Bulnes se suspenderá los días 12, 13 y 14 de diciembre por los trabajos de inspección integral en el convoy. Durante ese tiempo, los residentes en la aldea del Parque Nacional de los Picos de Europa, alrededor de una decena, no tendrán más medio de comunicación con otros pueblos que por el camino de montaña que les une con Poncebos.

El director general de Movilidad y Conectividad, Jorge García, ha acordado la fecha con el equipo de gobierno de Cabrales y con los vecinos del pueblo cabraliego, a quienes visitó ayer para consensuar los plazos y "minimizar las molestias". Tal como explicó García, "el servicio permanecerá interrumpido durante estos tres días por los trabajos de revisión del grupo motriz y del reductor, que requieren desmontar y reponer los componentes que, por su estado, no cumplan con las tolerancias prescritas".

Hasta el pueblo de Bulnes subieron en el tren cremallera, además de Jorge García, el alcalde, José Sánchez, y el director de la Agencia de Transportes y Movilidad, José Manuel Caldevilla. Los dirigentes regionales anunciaron a los vecinos que durante el mes de febrero del próximo año el funicular se someterá "a la inspección de los vagones, incluyendo los suministros necesarios para la revisión completa de los frenos, suspensión y maniobra para elevar los vagones en la estación inferior, además de la sustitución de los ejes y de las ruedas". El contrato de inspección del funicular tiene un coste de 391.246 euros.

El pasado año se llevó a cabo en esta infraestructura la primera inspección técnica de gran envergadura desde que el servicio se implantara en el año 2001. Desde entonces el tren cremallera no sólo ha sido un vehículo para los vecinos, también ha sido un éxito turístico.